Efesios explica lo que ningún otro libro del Nuevo Testamento describe tan completamente, la naturaleza del cuerpo de Cristo,
el cual es la verdadera Iglesia. Esta carta es, en muchos sentidos, la corona de gloria del Nuevo Testamento.
Introducción a las devociones de marzo
Pasamos ahora a la epístola de Pablo a los efesios, una de las más importantes cartas del Nuevo Testamento. De todas las cartas de Pablo, esta carta a los efesios y la carta a los romanos son las que más profundamente me han afectado. Las dos ofrecen una explicación exhaustiva y un tanto sistemática de todo el punto de vista cristiano de la vida y del mundo. Las otras cartas de Pablo tratan de problemas concretos y son de ayuda cuando nos enfrentamos con esos mismos problemas. Pero estas dos tratan la totalidad del gran lienzo de la verdad de Dios acerca de la realidad. Efesios ha transformado mi vida una y otra vez.
Fue gracias a este libro que aprendí cómo funciona el cuerpo de Cristo. Cuando yo era joven y recién salido del seminario, estas verdades del cuarto capítulo quedaron firmemente grabadas en mi corazón, con la convicción de que el ministerio le pertenece a los santos, y la labor del pastor es ayudar a las personas a encontrar sus ministerios y prepararlos para que se capaciten para llevarlos a cabo, mediante el descubrimiento cristiano de lo emocionante de vivir en el lugar donde se encuentran. Fue esta carta la que me enseñó, cuando era joven, cómo enfrentarme con el impulso sexual que me había dado Dios, cómo nos lo ha dado a todos nosotros, y cómo vivir de una manera apropiada en una sociedad saturada por el sexo. Efesios me enseñó profundas verdades acerca del matrimonio y de la vida familiar. Esta carta me enseñó cómo entender la extraña turbulencia que con frecuencia sentía en mi propio corazón, los ataques espirituales a los que me encontraba sometido, cómo enfrentarme con mis temores, mis ansiedades y depresiones, de dónde procedían éstas y qué hacer al respecto. De modo que ésta es una carta muy importante y práctica, por lo que animo al lector que se familiarice con ella, haciendo que sea una especie de segunda naturaleza para conocer la verdad de Efesios.
La carta a los efesios fue escrita alrededor del año 61 d.C. desde Roma, durante el primer encarcelamiento de Pablo allí, dirigida a los cristianos en la provincia romana de Asia, que eran personas corrientes, comerciantes, artesanos, unos pocos médicos y abogados, así como algunos políticos. Muchos de ellos eran esclavos. Normalmente se conoce esta carta como la Epístola a los efesios, pero este título no se encuentra en muchos de los antiguos manuscritos. La mayoría dejan en blanco la dirección de estos santos. Muchos eruditos creen que ésta es una carta circular que fue escrita a muchas iglesias, probablemente a las que se hallaban en la región de Éfeso. Algunos creen que fue dirigida a las iglesias mismas para las que Jesús hizo que Juan dirigiese las cartas en el libro de Apocalipsis, comenzando con Éfeso y terminando con Laodicea. En su carta a los colosenses, Pablo se refiere a una carta de Laodicea, y muchos creen que Efesios es esa carta. Fue traída de Roma por mano de Tíquico, al cual el apóstol le dictó este gran tratado. Circuló de iglesia en iglesia y fue leída en cada una de ellas, para acabar finalmente en Éfeso, donde fue designada “La carta de Pablo a los efesios”. Como deducimos de la nota al pie, es realmente una carta dedicada a todos los cristianos por todas partes. Por lo tanto, puede usted leerla como la carta de “Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús [dondequiera que estén]” (Efesios 1:1).