En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre.
Efesios 4:22-24a
Despojarse de la pasada manera de vivir y renovarse mediante la nueva manera de vivir es un principio por medio del cual las posibilidades que están en Cristo pueden resultar evidentes en nuestra experiencia. Fíjese el lector que hay un reconocimiento respecto a la atracción de la antigua vida en el caso del cristiano. La advertencia del apóstol consiste en la necesidad de que reconozcamos constantemente y rechacemos estas suposiciones falsas y subyacentes que tienen que ver con nuestra antigua naturaleza y con la antigua manera de vivir. Esto no tiene que ver tan sólo con las acciones, pues, como verá usted, tiene que ver también con nuestra manera de pensar y nuestras actitudes. Esto es lo que causa el problema y es esto lo que debemos rechazar.
Despojarse significa que hay algo de lo que tiene usted que deshacerse, algo que debe eliminar. Pablo está usando los términos más sencillos para ilustrar lo que debemos hacer en cuanto a la manera de pensar y de las actitudes en la vida. Es preciso que rechacemos estas suposiciones básicas que han sido las que han causado nuestros problemas, que las eliminemos y las rechacemos, despojándonos de ellas, de la misma manera que se quitaría usted la ropa sucia.
Es preciso que hagamos esto, porque la corrupción en la vida tiene que ver con estas actitudes equivocadas. Pablo dice que la antigua manera de vivir es corrupta y degenerada. Está muerta; es asquerosa, egoísta, desgraciada y temeraria. Estas son las cosas que han hecho que la vida resulte desgraciada o miserable. Él enfatiza el hecho de que podemos reconocer estas actitudes por la manera en que se manifiestan y que son “codicias engañosas”. Por desgracia, esta palabra codicia es un término que se interpreta de manera muy equivocada en nuestros días, porque normalmente la relacionamos con algo sexual, pero esta palabra es mucho más amplia que eso, ya que significa un estímulo causado por un impulso básico. Nos acercaremos más al significado esencial de esta palabra si usamos el término estímulo o impulso. Estos estímulos engañosos los sentimos constantemente cuando reaccionamos ante diversas situaciones en las cuales nos encontramos.
El primer paso en cuanto a experimentar lo que Dios desea para nosotros es reconocer esto. Despojarse de lo viejo, ése es el primer paso. El otro es reconocer las maravillosas posibilidades de una nueva vida. En esa frase “renovarse en el espíritu de nuestras mentes” encontramos la diferencia fundamental entre un cristiano y una persona que no lo es. Es verdad que a veces las personas que no son cristianas son conscientes de que hay cosas que están mal en sus vidas, pero sencillamente cambian la expresión que se refiere al mismo egocentrismo básico. Cambian la forma exterior, pero el problema sigue siendo básicamente el mismo.
Pero de todos los seres humanos, sólo los cristianos tienen la posibilidad de hacer algo totalmente diferente, viviendo conforme a un principio completamente distinto, porque han sido renovados en la actitud de sus mentes. Y eso sucede en la vida regenerada cuando el Espíritu de Dios entra en el corazón que cree en Jesucristo. Cuando creemos en Jesucristo y le recibimos como nuestro Señor y Salvador, somos renovados en las actitudes de nuestra mente. El nuevo ser se manifiesta entonces como semejante a Dios porque es la imagen de Jesucristo; es Su vida vivida en usted. De manera que adopte usted esa clase de vida, porque está a su alcance.
Padre, ayúdame a entender y a poner en práctica el gran principio de eliminar al antiguo ser y a ponerme el nuevo.
Aplicación a la vida
Las falsas concupiscencias nos engañan, porque creemos que nos harán felices. ¿Hay cosas que todavía seguimos haciendo porque no hemos renovado nuestras mentes en la Verdad que se halla en nosotros?