He visto a algunos líderes cristianos bastante prominentes que han sufrido un colapso moral.
En cada caso la primera señal del inminente desastre, la primera marca externa del deterioro interno,
fue un cambio en su visión de la autoridad de la Palabra de Dios.
Hay una correlación muy definida entre el declive moral y la autoridad de las Escrituras.
Introducción a las devociones de octubre
La Palabra de Dios ha estado bajo ataque durante muchos siglos. Como un castillo antiguo, ha resistido muchos asaltos. Hasta el siglo XVII y durante el mismo, estos ataques fueron principalmente exteriores. Es decir, eran ataques desde fuera hechos por hombres que trataban de destruir las Escrituras con métodos bastante directos. La historia está llena de crónicas sobre quema de libros, prohibiciones papales e incluso el asesinato de traductores de la Palabra de Dios. Pero estos ataques exteriores contra la Biblia fallaron completamente.
En el siglo XVIII los enemigos de las Escrituras adoptaron una nueva estrategia.
En lugar de mandar soldados a atacar el castillo, los enemigos de la Biblia enviaron obreros —carpinteros, peones y albañiles— que llegaron ofreciéndose para remodelar la estructura al completo.
Ellos, en efecto, dijeron: Éste es un edificio fuerte y bueno. Simplemente necesita un poco de renovación aquí y allá
.
Y comenzaron a reorganizar la estructura del castillo de la Palabra de Dios.
Drenaron el foso, derribaron la muralla, quitaron las puertas, y, cuando terminaron, todo era bastante diferente de como era antes.
Ya no había ningún castillo allí, ni ninguna defensa para los que quisieran buscar refugio.
En cuanto a algún efecto duradero o permanente sobre la iglesia en su conjunto, este ataque de los que están en los púlpitos
y de los que se sientan en las cátedras teológicas de los seminarios ha fallado y fallará completamente.
Pues Jesús dijo: Yo... edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no la dominarán
(Mateo 16:18b).
Ninguna fuerza derrocará realmente a la Palabra de Dios; nunca debemos tener miedo de eso.