Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su Ley medita de día y de noche.
Salmos 1:1-2
Esto es una descripción de la vida centrada en Dios.
Comienza con la palabra Feliz
.
En nuestra versión, la palabra es Bienaventurado
, pero bienaventurado es una de esas palabras código que sólo los cristianos usan; en realidad significa feliz
.
Aquí está el secreto de la felicidad.
Nos da una descripción de la vida de este hombre, en negativo y en positivo.
Primero, en negativo: que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado
.
Esto es una descripción de los incrédulos.
Note también la progresión de maldad cuando habla de malos, pecadores y escarnecedores.
Los impíos se caracterizan por un modo de vida totalmente diferente.
Andar es una referencia a las decisiones que debemos tomar a lo largo del día.
Damos pasos todo el día, tomando decisiones sobre toda clase de asuntos.
Eso es andar: dar una serie de pasos.
Estar es una imagen de nuestra dedicación a varias causas.
Nos dedicamos a ciertas cosas; tomamos posición sobre ciertos asuntos.
Sentarse es una imagen de una actitud establecida en el corazón, la continua disposición en la vida.
Ahora, mire al lado positivo:
sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su Ley medita de día y de noche
.
Aquí está la razón por la cual este hombre es capaz de rechazar la filosofía del mundo.
Es porque ha aprendido a deleitarse en la ley del Señor.
La ley del Señor
es otro nombre para las Escrituras.
Incluye la completa revelación de Dios.
Esta persona devota ha aprendido que en el libro de Dios se le da un punto de vista sobre la vida completamente diferente al que encuentra en el mundo.
En el libro de Dios se cuenta la verdad sobre la vida.
Él ha aprendido a deleitarse en el hecho de que hay un libro que le dice la verdad y le muestra un modo de vida enteramente diferente; y más que eso, le revela el poder por el cual él puede realizarlo.
Cuando dice que ha aprendido a meditar en la Ley de Dios día y noche, no quiere decir que va por ahí pensando en las Escrituras y repitiéndolas una y otra vez todo el día. Lo que quiere decir es que esta persona ha aprendido que Dios ha hecho posible una vida nueva y maravillosa y que está disponible para cualquier situación. Siempre que necesite fortaleza, la saca del Señor. No intenta movilizar sus recursos o encontrar alguna clase de aliento en los de fuera, dependiendo así de circunstancias externas para poder tener paz y descanso; él aprende a abastecerse solamente de la fuerza de Dios. Esto es lo que marca la diferencia. Éste es el secreto de la vida en Dios. Ésta es la manera en que cualquiera de nosotros puede aprender a ser desinteresado, obediente y alegre en todas las circunstancias.
Señor, te damos gracias por haber venido a enseñarnos el camino de la santidad y a mostrarnos en Tu Palabra cómo Tu vida puede manifestarse en nosotros. Amén.
Aplicación a la vida
¿Estoy viviendo una vida centrada en Dios? ¿Dónde y con quién estoy andando, estando y sentándome? Dedique algún tiempo hoy a deleitarse en la Palabra de Dios y meditarla.