Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:11-12
No tenemos lo que hace falta para vivir la vida cristiana, y nunca lo tuvimos. El único que puede vivir la vida cristiana es Jesucristo. Él nos propone reproducir Su vida en nosotros. Nuestra parte es exponer toda situación a Su vida en nosotros, y por ese medio, dependiendo de Él y no de nosotros, hemos de afrontar toda situación, entrar en toda circunstancia y realizar toda actividad. Así reposamos de nuestros trabajos.
Ésta es la manera en que usted comenzó su vida cristiana: usted llegó a un punto en que dejó de intentar salvarse a sí mismo.
Dejó de intentar ser lo suficientemente bueno para llegar al cielo,
y se dijo: Nunca lo conseguiré
.
Miró al Señor Jesús y dijo: Si Él ha tomado mi lugar, entonces eso es todo lo que necesito
.
De esta manera, recibiéndole y descansando en ese hecho por fe, usted detuvo todos sus propios esfuerzos, cesó su propio trabajo y descansó en el Suyo.
El instrumento por el cual entramos en el reposo de Dios es la Palabra de Dios. Esta Palabra viva y maravillosa es un instrumento en las manos del Espíritu Santo con una acción de doble filo. Arranca lo que es falso. Si buscamos obedecerla, al leerla descubriremos que pone al descubierto el poder atrincherado de la carne en nuestra vida y arranca toda pretensión. La carne puede ser totalmente implacable, abalanzándose sobre nosotros, arrinconándonos, derribando todas las vallas y fachadas, infiltrándose hasta el corazón de nuestra naturaleza.
Pero la Palabra tiene una doble acción: No sólo arranca lo falso, sino que también desvela lo verdadero. Cuando llegamos al punto en que estamos listos para examinarnos bien a nosotros mismos, entonces viene la Palabra liberadora que nos pone en pie de nuevo y nos muestra, en Cristo, toda la provisión para todas las necesidades. Ya no necesitamos seguir luchando una batalla que ya está perdida, sino que podemos salir cada nuevo y renovado día a la gloriosa experiencia de una victoria que ya está ganada.
Normalmente se espera que el cristiano que llega a conocer al Señor Jesús será conducido a la experiencia de descanso en unos cuantos años después de su conversión. Puede que no tarde más que unos pocos meses. Pero, aún cuando usted haya vivido en el desierto del esfuerzo propio durante muchos años, todavía es posible morir a su incredulidad y abandonar el cadáver de la autosuficiencia.
Señor, de qué manera esta Palabra ha sondeado mi corazón. Es exactamente lo que declaraste que era, que puede discernir los pensamientos e intenciones del corazón. Gracias por esta maravillosa cirugía que me libera. Amén.
Aplicación a la vida
¿Se caracteriza mi vida más por el descanso o por la inquietud? Dedíquese a exponer todas las situaciones a las que se enfrente a la provisión y presencia de Dios en su vida.