Priest Reading God's Word

Devoción del 24 de octubre

Pies hermosos

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

Romanos 10:14-15

La gloria de la cristiandad es que su mensaje está fundamentado en la historia. Es verdad objetiva. No es algún pensamiento que usted sigue con la esperanza de que funcione; es la historia de acontecimientos históricos: la venida de Jesús como un bebé en Belén, la resurrección y los acontecimientos que siguieron en la iglesia. Todos estos son eventos históricos. Lo grandioso de la fe cristiana no es que presentemos alguna filosofía, sino una fe que se basa en eventos que no pueden ser explicados.

Tras el mensaje está el mensajero. Dios siempre ha usado algún objeto o persona para trasmitir la verdad, y este método nunca será reemplazado. Toda la maravillosa tecnología que tenemos hoy son sólo maneras de trasmitir la predicación de la Palabra de Dios. Usted puede predicar hoy en televisión, radio e internet. Puede hacer que el mensaje suba hacia los satélites y baje a todos los rincones de la tierra. Pero en todo caso, alguien tiene que entregar el mensaje.

Dios ha enviado gente a todas partes a predicar esta palabra y a proclamar la verdad. Y detrás del mensaje está el remitente. ¿Cómo puede predicar alguien si no es enviado? No hay duda de quién hace el envío. Jesús mismo dijo que es Dios quien manda a la gente. La gran iniciativa en el proceso de redimir a hombres y mujeres es el gran corazón de Dios que envía a la gente. Él llama a los hombres y mujeres y los envía a los remotos confines de la tierra.

Pablo pone esto ante nosotros para que podamos entender cuán maravilloso y hermoso es esto que Dios ha hecho: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Isaías 52:7). Qué hermoso es pensar que Dios envía a hombres y mujeres por toda la tierra con este mensaje. ¡Qué maravilloso es que éste eche raíces en el corazón humano! Nunca olvidamos a los que nos lo trajeron. Estoy seguro de que usted puede recordar a las personas que vinieron a usted con el mensaje de Cristo y que las estima por ello. Los pies no son normalmente la parte más bonita del cuerpo, pero incluso ellos llegan a parecer bonitos cuando este mensaje es trasmitido y Dios nos libera y nos hace completos.

Es como pulsar un interruptor de la luz. Usted pulsa el interruptor en la pared y las luces se encienden. Parece algo tan simple; sin embargo, detrás hay un proceso muy complicado. Cada vez que alguien va al lugar donde en silencio invoca al Señor, hay detrás un proceso tremendo. Está la oscuridad de la cruz, el nacimiento en Belén, el milagro de la resurrección, la venida del Espíritu Santo; todo esto es el proceso que hay detrás cuando un solo individuo invoca el nombre del Señor. Dios está detrás; Él lo ha comenzado, y eso es algo hermoso.

Padre, te doy gracias porque me has atraído hacia Ti y me has dado gracia sobre gracia para que pueda estar cerca de Ti. Amén.

Aplicación a la vida

¿Puede usted recordar a algún mensajero importante en su vida que le trajo las buenas noticias del evangelio? ¡Quizás podría incluso enviarle una nota de agradecimiento!

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Have they not Heard?

Lea el mensaje de Ray