Pues vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias pasiones, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
2 Timoteo 4:3-4
Sin duda esto es una descripción de nuestros días.
Señala un tiempo en que la gente abandonará el consenso cristiano, el fundamento de las instituciones de la vida social en los principios cristianos.
Éste es el tiempo en que vivimos: no soportarán la sana doctrina
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La sana doctrina es la que conduce a la integridad, una enseñanza que permite a los seres humanos vivir en paz, desarrollarse a sí mismos y disfrutar de la vida.
Pero los hombres y mujeres se alejarán de ella y rehusarán oírla.
Harán eso porque la verdad requiere la admisión de la debilidad humana, lo que la gente no quiere admitir; la restricción de las pasiones, y a ellos no les gusta hacer eso; y el sometimiento a la autoridad de Dios, lo cual detestan y rechazan. Le dan la espalda a la verdad; no querrán ni siquiera oírla. No es que oigan la verdad y luego decidan si es correcta o errónea; es que ni siquiera quieren oírla. No quieren que les digas nada en ese sentido, y se resisten a cualquier intento de introducir la verdad en cualquier situación.
Entonces, como no escucharán a los maestros de la verdad, buscarán a otros que les enseñen lo que quieren oír.
Existe una enfermedad extendida en nuestros días llamada la enfermedad del picor de oídos
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Estos son oídos que desean que les entretengan, que siempre están buscando algo nuevo, que quieren afirmaciones constantes y no quieren oír nada negativo.
La gente que tiene esta enfermedad busca maestros que le rasquen ese picor, y el resultado es que se volverán a las fábulas
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¿Qué es lo que enseñan estos maestros? Enseñan mentiras atractivas, filosofías especulativas salidas de mentes de hombres, sin base en los hechos. Hay muchos de estos mitos en circulación hoy. Tomemos el mito de la reencarnación. Mucha gente se cree esa mentira, que no tiene base en los hechos. O tomemos la mentira de la autonomía humana. Oímos que el hombre es la medida de todas las cosas; nuestro destino está en nuestras manos. O tome el mito de que la ciencia puede solucionar todos nuestros problemas. Sin embargo, si usted mira la historia, todos los avances tecnológicos, de los cuales estamos tan orgullosos hoy, han desembocado en la deshumanización de la gente, la polución de la atmósfera y el incremento de las amenazas al bienestar del mundo. Éste es el historial. Sin embargo, todo se deja a un lado por una mentira.
Hemos sido saturados con un mundo dedicado a la falsedad. Por ello, hemos de proclamar la verdad tal como existe en Jesús. Pablo nos recuerda que la cosa más efectiva es predicar la Palabra. Todos estamos llamados a sacar adelante esa tarea. No deje que nadie le diga que su vida de cristiano no cuenta. Es la cosa más importante que está teniendo lugar en esta tierra hoy.
Señor, concédeme que renueve mi dedicación a ser un proveedor de la verdad, predicador de la Palabra, heraldo de las buenas noticias que hay en Jesucristo. Amén.
Aplicación a la vida
¿Soy capaz de identificar y refutar las fábulas que abundan hoy? ¿He sucumbido de alguna manera a "la enfermedad del picor de oídos"?