La razón por la que muchos pueden tener dificultades para entender este libro estriba no solo en interpretar los símbolos,
sino también en no seguir las sugerencias que se dan en los ocho primeros versículos.
Introducción a las devociones de julio
Este mes llegamos a los primeros tres capítulos del libro de Apocalipsis, la gran consumación de las Escrituras, el libro en el que se juntan todas las líneas de doctrina que han discurrido a través de la Biblia. La historia del pecado encuentra su solución en Apocalipsis. La agonía del corazón humano encuentra su explicación y su consumación definitiva en Apocalipsis. Éste es un libro que asusta a mucha gente. Ningún libro de la Biblia es tan notablemente aterrador para tantos como Apocalipsis. Algunas personas tienen literalmente miedo de leer este libro. Para ellos es como la cámara de los horrores. Leen acerca de todos esos extraños animales, visiones extraordinarias y seres asombrosos que aparecen —las personalidades inusuales, casi extrañas que ocupan las páginas de este libro— y se convierte para ellos en una especie de Disneylandia del fin del mundo en donde tienen miedo aventurarse.
A causa de esto, hay muchos que simplemente no leen este libro.
Pero si usted lee los siete primeros versos notará que éste es el único libro de la Biblia que contiene una promesa de bendición especial para aquellos que lo leen:
Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca
(Apocalipsis 1:3).
El Apocalipsis no es un libro difícil de entender, una vez que usted capta la clave del mismo.
El Señor Jesús se aparece a Juan, estando éste en el exilio en la isla de Patmos, en el mar Egeo,
al final del siglo primero, y le dice:
Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin
, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso (Apocalipsis 1:8).
Luego le dice: Escribe, pues, las cosas que has visto, las que son y las que han de ser después de éstas
(Apocalipsis 1:19).
Ahí está la clave del libro: Lo que Juan ve ocupa el primer capítulo.
Lo que ocupa los capítulos 2 y 3 son las cartas a las siete iglesias.
Lo que tendrá lugar de ahí en adelante ocupa desde el capítulo 4 hasta el final.
Este mes nos concentraremos en lo que Juan ve (capítulo 1) y en lo que hay en los capítulos 2 y 3.