Escribe, pues, las cosas que has visto, las que son y las que han de ser después de éstas. Respecto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros que has visto son las siete iglesias.
Apocalipsis 1:19-20
En los capítulos 2 y 3 tenemos unas muy notables cartas a las siete iglesias. A mucha gente le gustaría saltarse estas cartas y seguir hacia las secciones jugosas del Apocalipsis, donde se describen las grandes turbulencias de los últimos días. Pero es un gran error hacer eso. Nuestro Señor instauró Su iglesia en medio del mundo, y es Su instrumento para controlar y determinar la historia humana. Se espera que la iglesia ejerza una influencia tremenda en los asuntos del mundo. Es un error pasar por alto estas cartas. Aquí vemos a nuestro Señor corrigiendo cosas dentro de la iglesia, animándola y enseñando cómo vivir ejerciendo influencia en el día en que esté llamada a vivir.
Al llegar a estas cartas debemos preguntarnos: ¿Por qué hay sólo siete iglesias, y por qué estas siete en particular?
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La única buena respuesta es que ellas representan las condiciones que existirán a través del periodo completo de la historia de la iglesia, desde su comienzo hasta su final. En otras palabras, hay sólo siete tipos de iglesia que existen en cualquier periodo dado del tiempo.
A estas iglesias se las llama aquí candelabros
.
Ellas mismas no son la luz, pero sostienen o mantienen la luz.
La luz es la verdad que existe en Jesús.
Hay muchas verdades que son desconocidas para el hombre en su estado natural.
Ninguna universidad, por importante que sea, tiene el conocimiento de la verdad que se le ha dado a la iglesia para que lo cuente al mundo.
Esa es la luz
moral y redentora que la iglesia está llamada a irradiar a un mundo oscuro.
La tarea de la iglesia es decirle la verdad al mundo.
No tenemos simplemente que caminar por este mundo difícil haciéndolo lo mejor que podamos, reuniéndonos en pequeños corrillos santos para sobrevivir hasta la llegada del Señor.
Tenemos una influencia que ejercer, y estas cartas a las siete iglesias reflejan maravillosamente ese hecho.
Cada carta está dirigida al ángel de la iglesia.
Algunos han entendido esto como una referencia al pastor de la iglesia.
Eso no es probable, ya que en todas las iglesias del Nuevo Testamento usted no encontrará un líder humano solamente.
El liderazgo está siempre en plural: los ancianos y pastores de las iglesias.
La palabra ángel
aparece muchas veces en el libro aparte de estas siete cartas, y en todos los casos se refiere a un ser celestial, lo que normalmente pensamos que es un ángel.
Ello sugiere que cada iglesia tiene un ser celestial que es responsable de ella.
El ángel de la iglesia es el responsable de ayudar a los líderes humanos de la misma a conocer la mente de Dios.
En la carta a los hebreos se nos dice de los ángeles: ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?
(Hebreos 1:14).
Parece probable que en esos reinos invisibles, los cuales son muy reales, pero que no podemos ver, hay ángeles asignados a cada iglesia para ayudar a los líderes y a la congregación a saber lo que hay en el corazón de su Señor.
Señor, Tú eres la luz del mundo, y yo ruego que la iglesia de hoy pueda reflejar Tu luz en un mundo oscuro y agotado. Amén.
Aplicación a la vida
¿De qué maneras ve usted que la iglesia es la luz moral y redentora en el mundo de hoy? ¿Cómo podemos hacerlo mejor?