Clouds Parting Revealing the Heavens

Devoción del 1 de julio

La revelación de un misterio

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. La declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, del testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca.

Apocalipsis 1:1-3

Dos palabras en este párrafo nos hablan de la naturaleza de este libro. La palabra revelación es la palabra griega apocalypse, que significa quitar el velo. Las apocalipsis tienen que ver con los misterios y su significado. A través del libro de Apocalipsis encontraremos la aclaración de muchos misterios. El misterio del mal es desvelado, el por qué persiste y cuál será su fin definitivo. Y el misterio de la impiedad se aclara. ¿Cómo se puede vivir una vida piadosa en medio de un mundo roto y malvado?

También leemos que este libro es una profecía. Apocalipsis no es sólo un velo quitado, es también una predicción. Trata de personas y eventos que han de venir. Nos enteramos de qué personalidades aparecerán en los últimos días y qué grandes eventos se desplegarán como pergaminos de historia en su consumación final.

Se declara cómo este libro llega a nosotros: La declaró [Jesús] enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan. Las palabras la declaró son una sola palabra griega, que en español debería ser traducida como señaló, o sea, dió a conocer por medio de signos o símbolos. Los símbolos son maneras de entender las cosas que no se pueden describir. Casi todos los símbolos del Apocalipsis aparecen en algún otro lugar de la Biblia. Por eso es por lo que es un error leer el libro de Apocalipsis sin leer primero toda la Biblia. Si usted va leyendo el resto de la Biblia, cuando alcance el Apocalipsis entenderá inmediatamente muchos de los símbolos.

El autor no es Juan el apóstol, aunque él está implicado al darnos este libro. ¡El autor es Dios mismo! Fíjese en las palabras: La revelación de Jesucristo, que Dios le dio. Él le reveló el libro a Su Hijo. Este libro comenzó entre la Divinidad, y Dios Padre es su autor. Él reveló el libro a Su Hijo. Todo comenzó en la mente del Padre y luego fue revelado a Jesús, Su Hijo. Entonces el Hijo se lo pasó a un ángel, quien, a su vez, lo dio a conocer por símbolos a Juan el apóstol, y finalmente llega a nosotros. Ningún otro libro ha sido dado de esa manera. Viene de la mente de Dios Padre, a través del Hijo de Dios, a un ángel de Dios, y finalmente al apóstol de Dios, Juan.

Note la bendición prometida: Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas... . La palabra bienaventurado está probablemente basada en una palabra hebrea que no es la palabra usual para bendición. La palabra esher, guiar, es más probable que esté en la mente de Juan que barak, reverenciar. Si prestamos atención al libro de Apocalipsis y le hacemos caso, seremos guiados a través de todos los senderos confusos que hay a nuestro alrededor.

Gracias, Señor, por esta revelación. Gracias por desvelar y predecir los grandes eventos que afectarán a todos los seres humanos del planeta. Ayúdame a entender estas cosas y, más importante, a tomarme en serio lo que está escrito. Amén.

Aplicación a la vida

¿Qué hará usted hoy para no sólo oír, sino también hacer caso de lo que está escrito en el libro de Apocalipsis?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Tras el escenario de la historia

Lea el mensaje de Ray