Tolerando a Jezabel

Pero tengo contra ti que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos para fornicar y para comer cosas sacrificadas a los ídolos. Yo le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.

Apocalipsis 2:20-21

Evidentemente, había en la iglesia de Tiatira una mujer que era una líder muy dominante. Jesús la llama Jezabel. Por supuesto, ése no era su nombre, pero nuestro Señor siempre nombra a la gente de acuerdo con su carácter. Aquí elige el nombre de la mujer más malvada del Antiguo Testamento.

La Jezabel del Antiguo Testamento era la hija del rey de Sidón. Era esposa del rey Acab de Israel, y destaca particularmente por haber hecho popular la adoración de los ídolos en Israel. Baal era un dios de la fertilidad, y su adoración implicaba prácticas inmorales. En el templo se prostituían hombres y mujeres en relación con la adoración de Baal. Ella era una seductora del pueblo, inmoral y despiadada, y por eso es por lo que Jesús selecciona su nombre para esta mujer dominante de Tiatira.

Esta Jezabel de Tiatira se llamaba a sí misma profetisa, lo cual no es nada malo en sí. Pero el problema con Jezabel es que era una falsa profetisa. Enseñaba que era correcto que los cristianos se entregaran a la inmoralidad sexual y la idolatría.

Todo este panorama asemeja a muchas iglesias de hoy que aceptan la sexualidad relajada y la falta de principios que son tan frecuentes en nuestra sociedad. Algunas iglesias aprueban la homosexualidad como un estilo de vida alternativo. Muchas no disciplinan a sus miembros cuando caen en la inmoralidad sexual. Otras permiten que la pornografía no se repruebe en ellas. Pero el Señor hace a la iglesia responsable. Su acusación a la iglesia de Tiatira es: Toleras a esa mujer Jezabel. Éste es un problema que el liderazgo de la iglesia tiene que encarar en nuestros días también.

Fíjese en que el Señor relaciona la inmoralidad sexual con la idolatría. Puede que lo encontremos extraño, pero, en realidad, una cosa conduce inevitablemente a la otra. La razón es ésta: la fornicación y el adulterio son ambos claras violaciones de afirmaciones explícitas y específicas de la Palabra de Dios. No está bien que los creyentes se entreguen a la inmoralidad sexual de cualquier clase. Cuando alguien lo hace, ha violado deliberadamente la autoridad de Dios; por tanto, en la práctica, si no en la actitud, Dios ya no es su Dios. El resultado es que deben encontrar otro dios, pues es imposible para el espíritu humano vivir sin algo por lo que vivir. Eso es lo que dios significa. Sea lo que sea por lo que usted viva, cualquier cosa que haga que su vida merezca la pena, eso se convierte en su dios. Puede ser el dios del placer, incluso el placer sexual. Puede ser el dios de las riquezas. Puede ser el dios del poder, el ansia de poder y la ambición. Puede ser la búsqueda de la fama. Su lugar de trabajo será a menudo el lugar de las más grandes tentaciones en estos aspectos. Es precisamente en su lugar de trabajo donde estará bajo presión para transigir y aceptar los estándares del mundo que le rodea.

Padre, perdóname por las maneras en que tolero a Jezabel, quizá sin ni siquiera saberlo. Muéstrame mi propia ansia de poder, placer y ambición egoísta. Amén.