Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que nacieran los montes y formaras la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
Salmo 90:1-2
En este salmo Moisés empieza declarando que Dios ha sido el refugio del pueblo en todas las generaciones. ¿Qué es un refugio o una morada? Es el lugar donde vive usted, su hogar. Esta afirmación declara que Dios ha sido el hogar de los seres humanos desde que han estado en la tierra. En todas las generaciones, Dios es donde viven continuamente. Reconocerá usted que ésta es la misma verdad de la que habló Pablo cuando se dirigió a los atenienses en la colina de Marte. Él les explicó que Dios no está lejos de ninguno de nosotros, incluso de los paganos; les dice: “porque en él vivimos, nos movemos y somos” (Hechos 17:28a). Dios existe como un hogar para las personas.
Éste es un gran pensamiento, ¿verdad? Aquí Moisés está mirando al pasado a lo largo del curso de la historia humana y declara que Dios es grande porque es el Dios de la historia. Moisés había visto a los faraones vivir y morir. Tal vez viese los sepulcros de los faraones y se fijase en los muchos que en el pasado habían sido ya enterrados. A pesar del paso de los siglos, no hay cambio alguno en la relación de los humanos con Dios. Él ha sido el hogar del pueblo a lo largo de todas las generaciones.
Entonces Moisés destaca el hecho de que Dios es el Dios de la creación. Aquí está echando un vistazo atrás a lo largo de la crónica y está diciendo que antes de que se formasen los montes Dios existía ya. “Antes que... formaras la tierra y el mundo”. Eso nos dice lo mismo a nosotros, pero en hebreo es literalmente: “el mundo y la tierra”. Dios formó el mundo primero y después hizo que surgiese la tierra de las aguas, como deja claro el libro de Génesis. La tierra surgió de las aguas que cubrían el mundo. De manera que Moisés se está pasando gradualmente del pasado desde la formación de las montañas hasta que apareció el suelo y finalmente a la creación de la tierra misma. Antes de todo esto, Dios ya existía.
Luego da un salto más grande en la eternidad y dice: “desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios”. Sin duda, ésta es la grandeza de Dios. Él es el Dios de la historia; Él es el Dios de la creación. Pero por encima de todo esto, Él es el Dios de la eternidad. Él está más allá y por encima de Su creación. Él es más grande que el universo que creó y, antes de que existiese, Él era ya. De hecho, el hebreo aquí es de nuevo muy interesante: “Desde el punto en que desaparece en el pasado hasta el punto en que desaparece en el futuro”, es decir, desde el siglo y hasta el siglo, Dios existe. ¡Cuán grande es Él!
Cuando pienso que Moisés, hace tantísimos siglos, entendió estos grandes hechos acerca de Ti, tengo tendencia a exclamar con él: “Señor, Tú has sido nuestro refugio a lo largo de todas las generaciones”.
Aplicación a la vida
El hogar es donde está el corazón. ¿Han encontrado nuestros corazones ese descanso del sábado en Él que es nuestro hogar? Él nos está buscando a nosotros, pero ¿le buscamos nosotros a Él?