Él le dijo: ―Como suele hablar cualquier mujer insensata, así has hablado. ¿Pues qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Job 2:10
El reproche de Job es muy tranquilo. No dijo: “¡Mujer insensata!”. Lo que dijo fue: “Hablas como cualquier mujer insensata”. No la está atacando, sino más bien sugiriendo que éste es un lapso temporal de fe por parte de ella y que, por el momento, empezó a repetir las palabras de las mujeres tontas e insensatas que no tienen ningún conocimiento de la gracia y la gloria de Dios. Por medio de este reproche apacible usted puede ver algo de la firmeza y la ternura de la fe de Job. En esta gran frase, vuelve a afirmar la soberanía de Dios: “¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?”. La esposa de Job tenía la filosofía de que la vida debía ser agradable, y si no lo era, de nada servía vivirla.
Esta filosofía se encuentra ampliamente difundida en nuestros días, y el aumento de la cantidad de suicidios da testimonio de la aceptación universal de esta filosofía. Pero este libro nos ha sido dado para demostrarnos que no debemos vivir la vida conforme a estos términos. El motivo por el que estamos aquí no es necesariamente para pasarlo bien. Existen objetivos significativos que alcanzar en esta vida, incluso cuando las cosas se tuercen. Cuando aparecen las presiones, cuando vivir ya no es algo divertido, aún vale la pena vivir. Una filosofía que quiere abandonarlo todo tan pronto como las cosas se vuelven desagradables es una visión de la vida superficial, equivocada y distorsionada.
Job afirma esto: “¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?”. Aceptamos Su gozo y Su placer, las cosas agradables de la vida, con gozo y gratitud. Si Dios decide enviar algo que es difícil, ¿debemos entonces abandonar la gratitud y empezar a maldecir a Dios como protesta porque la vida es de repente diferente a lo que pensábamos que sería? El motivo por el que estamos aquí no es sencillamente para que lo pasemos bien, y esto es algo que se enseña por todas partes en las Escrituras. Dios, en Su gracia y gloria, nos concede muchas horas de gozo, de placer y de deleite, y es justo que nosotros le demos gracias. Pero no abandone usted esto cuando lleguen los momentos de presión, porque eso es lo que quiere Satanás que hagamos. Él quiere que empecemos a quejarnos y a protestar en contra de Dios, que nos enfademos, nos pongamos furiosos y estemos resentidos, que dejemos de ir a la iglesia o de leer la Biblia. Eso es lo que el ataque de Satanás pretende conseguir en nuestras vidas.
Padre, fortalece mi fe en Ti, para que yo pueda aceptar de Tu mano tanto el bien como el mal. Gracias porque Tus propósitos para mí, aunque a veces son dolorosos, son siempre buenos.
Aplicación a la vida
A veces el significado y el propósito para nuestras vidas amenazan con quedar desenfocados. ¿Nos damos por vencidos sintiéndonos desesperados? Cuando decidimos confiar en Dios, entonces podemos ofrecer consuelo a otras personas.