Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, … calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz.
Efesios 6:13, 15
Los zapatos son absolutamente esenciales para luchar. Imagine un soldado cubierto con una armadura de pies a cabeza, pero sin zapatos, un soldado descalzo. Imagine cuán rápidamente el suelo rugoso destrozaría sus pies y los magullaría. Muy pronto, a pesar de tener todo el otro equipo necesario, sus pies lo harían inútil para la lucha. Pero, con un robusto par de zapatos, estaría preparado y equipado, capaz de luchar.
Es la paz del corazón lo que le hace capaz de luchar.
¿Qué significa eso?
Significa que Cristo es nuestra paz, nuestra fuente de calma y bienestar.
Note la relación de unas piezas de la armadura con las otras y la importancia de su orden.
La primera pieza de la armadura nos dice que Cristo es la verdad.
Eso es algo que se ha de entender, captar y creer con la mente.
Luego nos ponemos la coraza de la justicia.
Vamos en base a lo que Él ha hecho y no en base a lo que nosotros hacemos.
Y ¿cuál es el resultado de eso?
Nuestros corazones están en paz.
Pablo dice: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo
(Romanos 5:1).
¡Calma y valentía!
Para usar un término moderno, tenemos la moral
alta.
Estamos listos para cualquier cosa.
Ningún terreno puede ser demasiado áspero para Cristo; y nosotros tenemos a Cristo.
Por tanto, tenemos la moral alta.
En los oscuros días de Inglaterra, cuando estaban sufriendo los bombardeos y las bombas caían sin cesar, la situación era verdaderamente desesperada. Pero Winston Churchill a menudo iba a la radio y hablaba al pueblo inglés, cuando sus corazones estaban llenos de derrota y desaliento. A veces estaban casi a punto de rendirse. Pero la voz de ese hombre sonaba y la nación se animaba otra vez y su moral se fortalecía. Eso es lo que hace Cristo. Él es capaz de infundir paz en nuestros corazones.
Unas palabras de advertencia: No intente empezar por la paz. Cuando tenga problemas, cuando lleguen los ataques, no intente empezar haciendo que su corazón se sienta en paz. Éste es un error que mucha gente comete; intentan hacer aparecer alguna clase de sentimiento de paz interior, y lo único que consiguen es alterarse más. No empiece con la paz; empiece con la verdad. Cristo es la verdad. Redirija su camino hacia el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia, y llegará a la paz.
Padre, haz que estas palabras sean claras, prácticas y útiles para mí. Que mi corazón se eleve al ser consciente de que Aquél que está en nosotros tiene capacidad para todas las cosas. Amén.
Aplicación a la vida
¿Qué me está impidiendo conocer la paz que Dios da a través del evangelio? ¿Cómo puedo dejar que la verdad de Dios venza mis dudas y temores, de modo que yo pueda conocer Su paz?