Anda, come tu pan con gozo y bebe tu vino con alegre corazón, porque tus obras ya son agradables a Dios.
Eclesiastés 9:7
El versículo 7 es de lo más notable porque en él encontramos una afirmación acerca de lo que llamamos en el Nuevo Testamento el “Nuevo Pacto”, es decir, la nueva provisión que nos ha concedido Dios como un regalo de aprobación y de justicia. Debido a que ya tenemos eso por la fe y ya no tenemos que estar luchando en vano con el fin de intentar complacer a Dios, vivimos de una manera que le complace a Él, porque ya hemos sido aceptados por Él.
Fíjese el lector lo claramente que se expresa en el versículo 7: “Anda, come tu pan con gozo y bebe tu vino con alegre corazón, porque tus obras ya son agradables a Dios”. Esto es el reconocimiento, incluso en el Antiguo Testamento, de la relación de justicia que se ha establecido ya. Es verdad que esa base fue establecida cuando vino nuestro Señor a este mundo y mediante Su posterior muerte y resurrección. A pesar de lo cual, se aplica a todas las personas en el Antiguo Testamento, así como en el Nuevo, que tuviesen fe en lo que Dios había declarado, que creyesen en Su Palabra y por ello les fue dado el don de la justicia de la misma manera que nos es concedido a nosotros. Aquí el Buscador se enfrenta con esto como la auténtica base de la vida. Si desea usted encontrar el significado de su vida, si quiere encontrar el profundo significado, la paz y el contentamiento, esto es la base de ello: Crea usted lo que Dios le ha dado ya, y a continuación y sobre dicha base, viva usted su vida en toda su plenitud. Llénela con todo lo que es de valor y de provecho.
Las prendas blancas son un símbolo en las Escrituras de la justicia práctica, de buenas obras que son el resultado de esta nueva relación que es ya una realidad. El aceite es siempre el símbolo del Espíritu Santo obrando, así que no permita usted que falte el aceite derramándose sobre su cabeza. Como vemos aquí, es un símbolo de una vida llena de la realidad de que Dios ya nos ha aceptado. Ésa es la nueva base para vivir. Es acerca de esto que Pablo está hablando en Romanos: “El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley [con su exigencia de que estemos a la altura debida ante Dios para que Él nos acepte], sino bajo la gracia [con su maravillosa provisión de justicia como un don]” (6:14). Esto es algo que se encuentra a su disposición, para que usted se lo apropie, a pesar de que no se lo merezca, y, gracias a ello, usted es totalmente aceptado y amado por Dios.
De modo que la manera correcta de vivir sigue a esto, y Salomón nos anima a llevar una vida normal. Disfrute la vida con la esposa a la que ama usted durante todos los días de su vida. Dios ordenó el matrimonio por este motivo, y es justo poder disfrutar toda la plenitud del matrimonio y además disfrutar el trabajo que le ha concedido Dios a usted. El trabajo no es algo que estamos obligados a hacer para poder continuar vivos; el trabajo es una bendición, así que hágalo usted con todas sus fuerzas. No se limite a hacerlo lo mejor que puede, con el fin de poder marcharse después a su casa y comenzar a divertirse. Muchos de nosotros vivimos de esa manera, pero no es ése el modo bíblico de hacerlo. El enfoque bíblico es que el trabajo nos ha sido dado como un don de Dios; así que, disfrútelo.
¿Vivimos de esta manera? Nosotros que somos cristianos, nosotros que conocemos la realidad del don de la justicia y que hemos descubierto el secreto del contentamiento, de ser capaces de enfrentarnos incluso con las condiciones difíciles, gracias al gozo que Dios nos ha concedido por medio de Su presencia en nuestro interior, ¿hemos empezado a vivir de esta manera?
Señor, enséñame a vivir de esta manera, permitiéndote a Ti llenar los espacios vacíos en mi vida, y a disfrutar los muchos dones que Tú nos has concedido.
Aplicación a la vida
La aprobación de Dios es siempre algo que recibimos, no algo que ganamos. ¿Cuántos de nosotros luchamos por complacer a Dios? ¿Por qué es esto siempre un esfuerzo en vano por nuestra parte?