Después de esto oí una gran voz, como de una gran multitud en el cielo, que decía:
¡Aleluya! Salvación, honra, gloria y poder son del Señor Dios nuestro, porque sus juicios son verdaderos y justos, pues ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.Otra vez dijeron:¡Aleluya! El humo de ella ha de subir por los siglos de los siglos.Apocalipsis 19:1-3
Ésta es la primera vez que la palabra Aleluya
aparece en Apocalipsis.
Hay un gran Coro Aleluya en el cielo que se regocija de la eliminación final de una iglesia terriblemente destructiva llamada la Gran Ramera
y Babilonia la Grande
, la cual
introduce el error en medio de la verdad y, en nombre de Dios, lleva a la gente por el mal camino.
El verso 3 confirma que el juicio final de Babilonia viene de Dios, pues dice:
El humo de ella ha de subir por los siglos de los siglos
. Es la eternidad lo que está a la vista.
El desacuerdo que Dios tiene con Babilonia y toda religión falsa es que ella se glorifica a sí misma
en el nombre de Dios.
Enseña en el nombre de Cristo, mezclando la verdad con el error.
A los santos se les llama a separarse de ese error radical: el hambre de gloria y posición terrenales obtenidas por medio de la devoción religiosa.
Siempre que una iglesia busca la influencia a base de impresionar a la gente con su esplendor externo, tenemos presentes las semillas de Babilonia.
Siempre que los cristianos intentan parecer piadosos y devotos, mientras que su corazón corre tras la ganancia material o el estatus, existe ahí el sedoso encanto de Babilonia.
En el Nuevo Testamento, la ocasión en que esto comenzó en la iglesia es el juicio que vino sobre Ananías y Safira.
Esa pareja parecía ser piadosa y devota, pero lo que perseguían no era la gloria de Dios sino la autoglorificación.
Estaban usando un acto de aparente devoción por su parte al vender su tierra y dar sólo una parte de los ingresos a los apóstoles, para ganar un falso estatus entre la gente.
Debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Por qué nos muestra Dios todo esto?
.
Por todo el libro del Apocalipsis estamos viendo el final de las cosas que están presentes con nosotros ahora.
Se nos muestra esto porque, si vemos cómo acabarán las cosas, podemos alejarnos de ellas ahora.
Ésa es la razón por la que este libro es enviado a las siete iglesias de Asia: para que puedan aprender por medio de los juicios que Dios traerá sobre Babilonia lo que está mal en las prácticas que ven a su alrededor a lo largo de la era de la iglesia.
Padre, ayúdame a optar por no beber del vino falso del error religioso, sino de la fuente misma de la verdad, la palabra del Dios vivo, y a acercarme a Aquél que me ama y que se dio a Sí mismo por mí, para que yo pueda ser cambiado, santificado y llevado a plenitud. Amén.
Aplicación a la vida
¿El saber cómo acabarán las cosas le hace alejarse del mal ahora?