Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
Efesios 3:20-21
Los primeros cristianos conocían el secreto de vivir por el poder de la resurrección, y nada más explica el asombroso efecto que tuvieron en el mundo de su época.
Ellos no intentaban pedir prestado poder al mundo, pues descubrieron que tenían todo el que podrían necesitar continuamente disponible en un triunfante Señor resucitado.
El poder de resurrección está disponible para todo cristiano verdadero por fe.
¿Qué es la fe?
Podría bien definirse como una respuesta humana a una promesa divina
.
La fe es una sensación de esperanza, una confianza callada en que otra persona hará exactamente lo que ha dicho que haría.
La Biblia nos dice que Abraham se fortaleció por la fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido
(Romanos 4:20-21).
Mucha gente piensa que la fe tiene algo que ver con los sentimientos.
No siento que tenga fe
, dicen.
Pero la fe no tiene nada que ver con los sentimientos y no tiene en cuenta los estados de ánimo o las condiciones físicas.
Los sentimientos vienen y van, suben y bajan, pero la fe aguanta y persevera, porque no acude a ninguna fuente humana a por ayuda.
El objeto de la fe es sólo Dios.
El cristiano que cree que Jesucristo resucitado vive ahora en su interior espera confiadamente a que Cristo obre a través de él o ella.
Cristo no será necesariamente sentido
de una manera emocional, pero estará presente.
Hará que acciones y palabras corrientes produzcan resultados extraordinarios.
Tomará relaciones comunes y las transformará en logros extraordinarios.
Hará exactamente lo que ha prometido: mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos
(Efesios 3:20).
Ciertamente, ésta es la nota que falta en la actividad de la iglesia de hoy. La iglesia es aún la iglesia, todavía es el cuerpo de Cristo, pero el mundo le ha lavado el cerebro hasta el punto de que ha olvidado la disposición divina de alcanzar al mundo. La iglesia nunca afectará al mundo otra vez como lo hizo en el primer siglo, hasta que los cristianos individuales empiecen a utilizar el poder del Señor resucitado. Ésta debería ser la cosa más importante del mundo para todos nosotros como cristianos, más importante que nuestro nivel de vida, nuestro éxito mundano, o cualquier otra cosa.
Señor, haznos conscientes de Tu poder de resurrección y úsalo para lograr grandes cosas para Ti en nuestras vidas.
Aplicación a la vida
Reflexione sobre la fe como una respuesta humana a una promesa divina
. ¿Cómo cambia esto su percepción de su fe personal?