Donde la liberación comienza

¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

Romanos 6:1-2

Éste es el lugar donde comienza la liberación. Lo que esto significa es que, en el fondo, en el nivel más profundo de su vida, ha tenido lugar un hecho del que proviene toda la liberación. Significa que, se sienta usted cristiano o no, si esto pasó, usted es cristiano. La muerte de Cristo por usted, y su muerte con Él, son hechos inmutables, y nada de lo que usted haga o no haga les afecta.

Ésta es una verdad que necesitamos mucho, porque hasta que comencemos a creer que es verdad lo que Dios dice acerca de lo que nos sucedió cuando Jesucristo murió, nunca tendremos confianza para aceptar la liberación que Él ha basado en ella. Si usted murió una vez con Él, ya no es el mismo; nunca será el mismo otra vez. Incluso aunque temporalmente caiga en actos pecaminosos iguales a los que cometía antes de ser cristiano, sin embargo, usted no es el mismo; no puede serlo. El Nuevo Testamento dice que usted ha sido transferido: Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo (Colosenses 1:13). El maligno ya no puede poner sus manos sobre usted. Usted no está atado; es un creyente, y su liberación descansa sobre un hecho inmutable.

Estuve hablando con un joven que se había alejado de la iglesia por algún tiempo, y le pregunté por qué. Él dijo: Dudé en venir porque, cuando estoy en el trabajo, parece que no puedo vivir como debería. Hay tanto fracaso en mi vida allí. Pierdo los estribos, y a veces maldigo y digo cosas que no debería. Por eso no quiero venir a la iglesia. Me siento como un hipócrita cuando lo hago. Yo le dije: ¿Sabe? Un hipócrita es alguien que actúa como algo que no es. ¿Cuándo actúa así?. Bueno, dijo él, si viniese a la iglesia después de la manera en que he vivido durante la semana, sería un hipócrita, ¿no?. Yo le dije: ¿Es usted cristiano?. Él contestó: Sí, lo soy. Muy bien, dije yo, si es cristiano, entonces, ¿cuándo no actúa como tal, en la iglesia o en el trabajo?. Ah, dijo él, ya veo lo que quiere decir. ¡Estoy siendo un hipócrita en el trabajo!. Sí, le contesté, cuando viene a la iglesia, está siendo lo que es de verdad, quizá por primera vez en la semana.

No es hipócrita venir a estar entre el pueblo de Dios con un sentimiento de debilidad e incluso de fracaso. Ése es su sitio; eso es lo que son los cristianos. Usted puede ser un hipócrita en el trabajo, y si desea evitar actuar como un hipócrita, aplíquelo allí. Lo que importa es que la muerte de Jesucristo es un hecho inmutable en su experiencia, si lo ha recibido. Dios es fiel; no le dejará ser tentado más allá de lo que pueda soportar. Pero, cuando usted es tentado, también proveerá una salida para que pueda soportarlo (1 Corintios 10:13). Él le acompañará, si usted descansa sobre el hecho inmutable de lo que Él ya ha hecho en su vida.

Padre, gracias porque mi verdadera identidad está fundada en el hecho de que he muerto con Cristo. Ayúdame a creer eso.