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Devoción del 2 de noviembre

Usando la ley legalmente

Pero sabemos que la Ley es buena, si uno la usa legítimamente.

1 Timoteo 1:8

La Ley es al mismo tiempo buena y útil en la vida cristiana. Esto elimina de inmediato la afirmación y los malentendidos de muchos cristianos que creen que hemos sido librados de la Ley de modo que ya no tenemos nada que ver con ella. Pablo dice que no es éste el caso. La Ley es buena y útil, pero es preciso usarla de la manera correcta.

Como es natural, la Ley es buena, porque Dios mismo la dio. Lo notable de la Ley es que esos Diez Mandamientos son la única parte de la Biblia que escribió Dios mismo, físicamente hablando, con Su propia mano. ¡Moisés no los escribió, Charlton Heston tampoco! Fueron escritos por la mano de Dios sobre tabletas de piedra entregadas por ángeles a Moisés en el monte Sinaí. De hecho, Dios escribió la Ley dos veces. Después de que se rompiesen las tablas, Moisés regresó a la montaña, y Dios escribió la Ley de nuevo. Eso en sí mismo debería indicar que la Ley es importante y no es algo que se debería eliminar.

Además, al estudiar usted estos Diez Mandamientos, descubrirá que reflejan el carácter y la santidad de Dios. Son una expresión de la vida de Dios, tanto en lo que se refiere al comportamiento exterior como a las actitudes interiores. Por eso la Ley no cambiará nunca. La Ley representa las justas exigencias de Dios para el comportamiento humano en cualquier lugar en la tierra. Está incluso escrita en los corazones de personas que no han oído nunca hablar acerca de los Diez Mandamientos. Es por eso que la mayoría de las leyes humanas, las leyes que establecemos para controlar nuestro comportamiento en la ciudad, en el estado y en el gobierno nacional, se basan en y reflejan los Diez Mandamientos. Así que la Ley no se va a eliminar. Pablo dice que es santa, justa y buena.

Pero además la Ley es útil. Incluso para nosotros los cristianos la Ley tiene un lugar en nuestras vidas. Pablo dice: “si uno la usa legítimamente”. No todo lo relacionado con la Ley se transmite a la vida cristiana, pero hay un uso apropiado de la Ley en la vida cristiana. Nuestro Señor mismo indica esto en el sermón del monte:

“No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir, porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Ley hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos” (Mateo 5:17-19).

Estas palabras debieran dejar perfectamente claro lo que Pablo insiste aquí en 1ª de Timoteo, que la Ley no se elimina. La Ley existirá siempre porque es santa, justa y buena; refleja el carácter de Dios. Es por esto que forma parte de nuestra experiencia cristiana.

Señor, te doy gracias por Tu Ley, que refleja Tu carácter. Enséñame a usar Tu Ley de manera apropiada, de forma que sea consistente con el evangelio.

Aplicación a la vida

Los Diez Mandamientos nos ofrecen una visión acerca de quién es Dios. El amor de Cristo provee la motivación y el poder para cumplirlos. ¿Reflejan nuestras vidas el carácter de Dios?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

Awful Lawfulness

Lea el mensaje de Ray