¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Romanos 6:3-4
Siempre es interesante que cuando algunas personas oyen la palabra bautismo, inmediatamente huelen agua. Cuando yo era niño en Montana, tenía un caballo que podía oler agua de más distancia que cualquier otro animal que yo haya visto. Hay gente que es así. Cuando leen estos pasajes y ven la palabra bautismo, huelen agua, pero no hay ninguna agua aquí. Éste es un pasaje seco.
Este pasaje está tratando, por supuesto, con la cuestión de cómo morimos al pecado, cómo nos separamos de estar en Adán, cómo nos unimos a Cristo. Ninguna agua puede hacer eso. Eso requiere algo mucho más potente que agua. Es, por lo tanto, una descripción para nosotros de lo que se llama “el bautismo del Espíritu Santo”. Pablo escribió a los corintios: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu” (1 Corintios 12:13). Dice dos veces que todos los creyentes fueron bautizados en un solo cuerpo. Fuimos puestos en Cristo. No eres cristiano si esto no es cierto de ti. La gente hoy que dice que necesitas experimentar el bautismo del Espíritu Santo después de convertirte en creyente no entiende las Escrituras. No hay forma de convertirse en creyente sin ser bautizado con el Espíritu.
Fíjate en algunas cosas que Pablo dice sobre el bautismo del Espíritu en este pasaje: Primero, dice que se espera que sepamos sobre ello. “¿No sabéis…?”, Pablo pregunta. Espera que estos cristianos romanos, que nunca le habían conocido o habían sido personalmente enseñados por él, supieran este hecho. Es algo que los nuevos cristianos deberían saber.
Fíjate también que el apóstol dice: “Así es cómo morimos al pecado”. La gran declaración de este pasaje es que cuando nos convertimos en cristianos, morimos al pecado. Pablo todavía está discutiendo la cuestión: “¿Puede un creyente seguir pecando?”. “No”, responde Pablo, “porque murió al pecado”. ¿Cómo morimos al pecado? Es así como morimos al pecado, Pablo explica: “El Espíritu nos tomó y nos identificó con todo lo que hizo Jesús”. Eso significa que de alguna forma éste es un acontecimiento atemporal. El Espíritu de Dios tiene la capacidad de ignorar los dos mil años desde la crucifixión y resurrección y de alguna forma identificarnos con ese momento cuando Jesús murió, fue sepultado y se levantó de entre los muertos. Participamos en esos acontecimientos. Eso está claro.
Por lo tanto, esto no es ficción teológica; es un hecho. Adán pecó, y nosotros pecamos. Adán murió, y desde entonces los hombres han muerto. El apóstol está diciendo que lo que era verdad en Adán ha sido ahora finalizado, y ahora estamos en Cristo, por fe en Él. Una vez las acciones de Adán nos afectaron; pero ahora lo que Cristo hizo se convierte en nuestras acciones también. Cristo murió, y nosotros morimos; Cristo fue sepultado, y nosotros fuimos sepultados con Él; Cristo se levantó de nuevo, y nosotros nos levantamos con Él. Así que lo que es cierto de Jesús es cierto de nosotros. Aquí Pablo está tratando con lo que es probablemente la más extraordinaria y ciertamente la más magnífica verdad grabada en las páginas de las Escrituras. Es la verdad central que Dios quiere que aprendamos. Morimos con Cristo, fuimos sepultados, y nos levantamos de nuevo con Él. Esa unión con Cristo es la verdad de la cual todo lo demás en las Escrituras fluye. Si entendemos y aceptamos esto como un hecho, lo cual lo es, entonces todo será distinto en nuestras vidas. Es por eso que el apóstol lucha así para ayudarnos a entender esto.
Señor, gracias por esa seguridad que, habiendo sido bautizado en el Espíritu Santo, puedo descansar asegurado de que estoy muerto al pecado y vivo en Ti.
Aplicación a la vida
¿Puede el bautismo de agua sacarnos de nuestra muerte en Adán y a una nueva vida en Cristo? ¿Cuál es su propósito? ¿Qué verdad esencial y transformadora significa el bautismo del Espíritu Santo?