No cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.
Colosenses 1:9b
La cosa que Pablo pide es que los colosenses lleguen a entender la voluntad de Dios. Esto es lo que es importante para Pablo. Sabe que si comienzan a entender la voluntad de Dios, todo lo que Él desea para ellos les será dado. Por lo tanto, el objetivo principal de la vida del creyente debe ser el saber la voluntad de Dios.
Es aquí donde muchos cristianos jóvenes se pierden. Piensan que la voluntad de Dios es un itinerario que deben descubrir: a dónde Dios quiere que vayan y lo que Dios quiere que hagan. La mayoría de sus oraciones son dirigidas con esos pensamientos en mente. ¿Qué es lo que debería hacer hoy? ¿Dónde debería ir? ¿Con quién debería casarme? Pero el conocer la voluntad de Dios es mucho más que el saber lo que hacer; comienza con saber quiénes somos. ¿Alguna vez le has preguntado a alguien que te molestó: “¿Quién te crees que eres?”? Instintivamente sabemos que el comportamiento ofensivo es el resultado de quién pensamos que somos. Es por eso que se presentan tales desafíos.
Dios también sabe eso. La gloria de las buenas nuevas es que Él nos ha convertido en algo distinto de lo que éramos en el pasado. Por lo tanto, el curso primario de la asignatura del Espíritu es el aprender lo que Dios te ha hecho para ser. Ya no te perteneces a ti mismo; tu comodidad ya no ha de ser lo primario en tu vida, pero lo que Dios te llama a ser y lo que te ha hecho para ser. Cuanto más entiendes quién eres ahora y lo que Dios te ha hecho ser, lo más que tu comportamiento cambiará automáticamente, y harás las cosas que le placen a Él.
¿Dónde averiguamos eso? Pablo sigue diciendo: “… en toda sabiduría e inteligencia espiritual”. Hay dos cosas que nos capacitan para descubrir la voluntad de Dios. La primera es “inteligencia espiritual”. Esto es la sabiduría que viene del Espíritu, no de la mente natural del hombre. Eso es lo que necesitan descubrir los cristianos: lo que Dios piensa sobre la vida. Eso es realidad. Si quieres ser realista, entonces lee y estudia tu Biblia para descubrir cómo Dios ve las cosas. Todo lo demás es fantasía. Si quieres vivir de forma realista, aprende inteligencia espiritual, la sabiduría de Dios.
La segunda cosa necesaria para descubrir la voluntad de Dios es “sabiduría”. Eso es la aplicación de la inteligencia que estás aprendiendo a las circunstancias específicas de tu vida. Sabiduría es una visión clara de lo que se necesita hacer. Algunos están teniendo dificultades con problemas y no saben lo que hacer. La primera cosa que hacer es entender cómo Dios ve tu problema y lo que dice sobre ello en la Palabra. Entonces te vendrá, al orar y buscar Su cara, una visión clara de lo que se necesita hacer, qué paso dar o no dar. Éstas no son habilidades naturales. Son dadas por el Espíritu y, por lo tanto, posible a todos los creyentes. Así que, cuando abres tu Biblia, ora que Dios te ayude a entender lo que dice.
Enséñame, Padre, lo que significa conocer Tu voluntad y vivir mi vida con auténtica sabiduría y entendimiento.
Aplicación a la vida
¿Por qué es esencial el entender nuestra identidad en Cristo cuando buscamos conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas? ¿Dónde encontraremos esta revelación de quién somos, a Quién pertenecemos y por qué estamos aquí? ¿Necesitamos recalibrar nuestra búsqueda de sabiduría y entendimiento de la voluntad de Dios para nuestras vidas?