Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra.
2 Corintios 9:8
Pablo comienza donde deberíamos comenzar siempre nuestro pensamiento acerca del cristianismo: con el poder de Dios. Poderoso es Dios
, dice.
En muchos lugares la iglesia es débil, porque ha olvidado o perdido de vista el poder de Dios.
La iglesia tiene sólo una clase de poder para obrar, y ése es el poder de Dios.
Si pierde eso, se reduce al mismo poder que tiene el mundo o cualquier organización mundana: el poder de los números, el poder de las maniobras políticas, o el poder de la represión moral.
Este versículo declara que debemos iniciar nuestro pensamiento aquí: poderoso es Dios
.
Es fácil para nosotros ver el poder de Dios en la naturaleza.
Estuve, en cierta ocasión, junto a un lago de montaña en lo alto de las Sierras, en una noche con una brillante luz de luna, y veía el lago con la luz refulgiendo sobre sus aguas.
Estaba rodeado de picos encapotados, que se reflejaban en las aguas del lago.
Me conmoví con la belleza y el poder de Dios en la naturaleza.
Pensé en esas palabras de Hebreos que dicen que el Señor es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder
(Hebreos 1:3b).
El gran universo se sustenta en su complejidad por el poder de Dios obrando.
Pablo nos da también el canal por el cual este poder llega a nosotros:
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia
.
Ésta es la traducción literal del griego.
Gracia es un término general para todo lo que Dios ha puesto a nuestra disposición.
Es el carácter de Dios, la virtud de Dios, todo lo que Dios ha hecho disponible para nosotros.
La gracia tiene una marca peculiar:
Es un regalo.
No puede ser comprada, ni conseguida con trabajo.
Es inmerecida.
Por eso es por lo que muchos cristianos no saben nada acerca del poder de Dios, porque ese poder viene sólo a través del canal de la gracia.
Ellos siguen intentando hacer un intercambio por el poder de Dios, pero si usted da algo a cambio, ya no es gracia.
Regatear con Dios es como cerrar el grifo.
Usted no puede experimentar el poder de Dios si intenta ganárselo.
Ésa es la razón por la que muchos cristianos no pueden obtener el poder de Dios.
¿Para qué sirve todo esto en su vida?
Es para que teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra
.
En otras palabras, que pueda usted ocuparse en obras que bendigan, fortalezcan y ayuden a otros.
Eso es lo que Dios está haciendo en este mundo.
Ésta es la manera en que espera que Su pueblo funcione: teniendo todo lo que necesitan.
Dios no es tacaño.
Dios no reparte sólo una cierta cantidad de paciencia, sólo cierta cantidad de amor, dando sólo una provisión limitada.
No le hace un racionamiento y dice: Lo siento, sólo puedes tener un poco; no hay suficiente
.
No, usted puede tener todo lo que hace falta en cualquier momento.
Él le dará exactamente lo que necesita, pero nunca demasiado.
Mi pregunta es ésta: ¿Está Dios consiguiendo Su propósito con usted?
¿Está todo resultando en buenas obras en su vida, acciones que ayuden a otros, obras que sirvan a las necesidades de los demás?
Eso es lo que persigue Dios.
Señor, Tú has provisto todo lo que necesito. Gracias, porque por medio de Tu poder soy capaz de abundar en toda buena obra.
Aplicación a la vida
¿Está usted aceptando todo lo que Dios le da en Su gracia y por Su poder, de manera que usted extienda Su gracia a los demás?