Optimismo inagotable

Pero gracias a Dios, que nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento, porque para Dios somos grato olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden: para estos, ciertamente, olor de muerte para muerte, y para aquellos, olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?

2 Corintios 2:14-16

Hay ciertas características propias de la vida bajo el Nuevo Pacto. En primer lugar, hay una especie de optimismo inagotable. Gracias a Dios, dice Pablo. Esto señala la clase de vida que vive Pablo. Él siempre estaba dando gracias por todo lo que pasaba, no importa lo duro y áspero que fuera. El éxito llegaba invariablemente; nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, sigue diciendo. Nunca fracasa; es decir, no es un triunfo de su propio plan, sino del plan de Cristo. Después hay un impacto inolvidable. En todas partes a donde va, Pablo es como un perfume que llena una habitación, una fragancia de Cristo. Para algunos que lo rechazan, esta fragancia es olor de muerte para muerte, pero para aquellos que lo aceptan es un aroma de vida para vida.

Pablo hace esta pregunta: Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?. ¿Dónde se puede conseguir esa clase de habilidad y competencia? ¿Qué clase de estudios pueden dar eso? ¿Qué clase de compuesto químico producirá algo así? Siempre me fascinan los anuncios de las revistas. Siempre están ofreciendo el secreto de la suficiencia. Si usted consigue cierto desodorante estará preparado para lidiar con cualquier cosa que se presente, o si usa el enjuague bucal correcto, eso le ayudará tremendamente. Todo el mundo sabe que esos anuncios son falsedades. Nunca nadie se los toma en serio, aunque sí que compran el producto, que es lo que estos anuncios buscan. Pero, si usted se tomara en serio de verdad las afirmaciones de la publicidad, pensaría que había descubierto el elixir de la vida en estas cosas. Ofrecen suficiencia porque eso es lo que los seres humanos ansían: cómo ser capaces de salir adelante, cómo manejar las situaciones. Y no sólo ofrecen compuestos químicos, sino también cursillos. Uno dice: ¿Ha descubierto usted todos los poderes ocultos de su personalidad? ¿Conoce los secretos de la antigüedad, ahora desvelados? Envíe cien dólares para este curso. Lea esto y adquirirá todos estos poderes secretos. Una vez más, es la oferta del secreto de la suficiencia. El mundo ofrece hoy esto de mil maneras.

¿Dónde se puede encontrar el secreto de esa clase de vida? La respuesta está en el Nuevo Pacto. El Nuevo Pacto consiste en: Nada viene de nosotros; todo viene de Dios. No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos; al contrario, nuestra capacidad proviene de Dios (2 Corintios 3:5). Es Dios obrando en nosotros lo que nos hace obrar y producir esta clase de vida, si es que estamos dispuestos a hacerlo.

Señor, enséñame a vivir en base a este principio que cambia la vida: Nada viene de mí; todo viene de Ti.