Esta confianza la tenemos mediante Cristo para con Dios. No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos; al contrario, nuestra capacidad proviene de Dios, el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
2 Corintios 3:4-6
¿Qué clase de confianza declara Pablo que posee? Pablo se refiere a la audacia, la sensación confiada de idoneidad que tiene en su vida, que lo hace capaz para funcionar como ser humano, e incluso para su trabajo de apóstol. Él dice que esta confianza, esta capacidad, proviene de una fuente determinada.
No proviene de nosotros mismos.
Aquellos que dependen de sí mismos están actuando según el Antiguo Pacto.
Pablo relaciona esto con la Ley de Moisés.
Lo llama la letra que mata
, la cual fue grabada en piedra.
¿Por qué asociaría Pablo esto con la Ley de Moisés?
Porque la Ley fue dada con el fin de mostrarnos que la base de nuestra vida humana, heredada de Adán, está mal.
No funcionará.
La Ley pone una exigencia sobre nosotros, y cuando tratamos de cumplir esa exigencia, descubrimos que no podemos.
Nadie ha vivido jamás a la altura de los Diez Mandamientos a base de intentar hacerlo lo mejor que puede.
Si usted lo duda, dedíquese durante veinticuatro horas a procurar con todas sus fuerzas vivir según los Diez Mandamientos.
Le garantizo que habrá transgredido alguno de ellos antes de que pasen quince minutos.
Si no otro, al menos el último: No codiciarás
.
Eso significa que no debe mirar alrededor y ver algo que tenga alguien que a usted le gustaría tener.
¡Eso es la Ley!
Se nos dio para mostrarnos que la manera en que vivimos ahora, los recursos de nuestra vida en Adán, no son viables.
Pablo describe que el Nuevo Pacto consiste en esto: Nada viene de nosotros; todo viene de Dios.
Es Dios obrando en nosotros lo que nos hace actuar y producir esta clase de vida, si es que queremos vivirla.
Si eso es el Nuevo Pacto, ¿qué piensa que es el Antiguo Pacto?
Todo viniendo de nosotros; nada viniendo de Dios.
En cualquier momento dado, usted actúa como cristiano con una u otra de esas dos opciones; nunca podrá servirse de las dos a la vez.
Pero ¿cómo puede un creyente en Jesucristo actuar, ni por un momento, como si nada dependiese de Dios?
Es asombroso lo fácil que es hacer eso.
Todos sabemos que Dios está ahí, pero, en realidad, no esperamos que haga algo.
Estoy atónito por los pocos cristianos que hay que esperan que Dios haga algo, y por cómo las iglesias son gobernadas y dirigidas exactamente como si fueran negocios, sin esperar nunca que Dios haga algo.
Todo depende de nosotros.
Todo tiene que organizarse y llevarse a cabo nada más que por la gente.
Las organizaciones pueden convertirse con frecuencia en el sustituto del Espíritu Santo.
Alguien dijo muy bien que si el Espíritu Santo fuera eliminado de repente de la mayoría de las iglesias de este país, nadie se enteraría, porque, de todas formas, no dependían de Él.
Padre, concédeme ese sentimiento confiado de capacidad que viene de depender de Ti.
Aplicación a la vida
¿Qué o quién es su fuente de confianza? ¿Vive usted como si creyera que Dios puede actuar por medio de usted?