Entonces hubo gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos judíos.
Nehemías 5:1
En el capítulo 5, el enemigo invisible intenta otro enfoque diferente. Nehemías se ha ocupado con éxito de la amenaza de ataque del exterior, pero ahora se encuentra con un problema en sus propias filas. Es posible que usted experimente esto también en su lucha por recuperar algunas áreas de su vida. Posiblemente se encuentre con problemas en la familia, con presiones y problemas con las personas que trabajan con usted, posiblemente hasta con otros hermanos y hermanas en el Señor. En este caso fue un choque entre los trabajadores y los oficiales, los obreros y los capataces que estaban participando en este proyecto.
En gran medida estas quejas estaban justificadas. Nehemías se ocupa de ellas muy en serio y de inmediato. No pudo cambiar las condiciones, pero revela el verdadero problema que es la usura. La usura es añadir intereses al dinero que se ha prestado, una práctica muy corriente en nuestros días. A los judíos se les permitía hacer esto con otras razas, pero Moisés dijo que cuando los judíos prestaban dinero a otros judíos, no debían cobrarles interés. Nehemías está enfadado por esta usura y exige que dejen de hacer eso. Esto fue más que una demanda para poner fin a la práctica de la usura. Él insistió además en la restauración. Era preciso que devolviesen sus ganancias injustas, y la reacción de ellos fue sorprendente. Se sintieron tocados en su conciencia porque sabían por las Escrituras que lo que estaban haciendo estaba mal.
Los creyentes deben andarse con mucho cuidado en lo que se refiere a aprovecharse de otros, especialmente de otros cristianos, haciéndose ricos a su costa. Las Escrituras condenan esta práctica como algo que demuestra su falta de amor y por el hecho de que hace caso omiso del testimonio tan malo que presenta a otras personas.
Nehemías se siente animado por la promesa de ellos de que no iban a hacer esto. Para empezar, ha descubierto la auténtica causa. Demuestra que es simple avaricia, y eso es un problema. Se enfrenta con los capataces, exponiendo el problema, reprendiéndoles y mostrándoles que estaba mal. Hay un lugar y un momento en que es preciso ser sinceros y directos en la confrontación en nuestras relaciones con otras personas. A veces necesitamos decir a las personas que lo que están haciendo está mal y ayudarlas a que se den cuenta de lo que es necesario hacer, y es precisamente lo que hizo Nehemías.
Padre, fortalécenos para que actuemos como lo hizo Nehemías en la antigüedad y para que estemos dispuestos a enfrentarnos con la avaricia en nuestras propias vidas. Ayúdanos a ser hombres y mujeres que viven de manera visible según lo que profesamos.
Aplicación a la vida
¿Nos estamos enfrentando honestamente con la codicia en todos los aspectos de nuestras vidas? ¿Podemos nosotros enfrentarnos honestamente, incluso de una manera atrevida, con aquellas personas con las cuales tenemos una relación, a fin de ayudarlas?