Entonces el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
Marcos 15:38
Tal vez uno de los sacerdotes le hablase a Marcos acerca del velo, pero para el drama mismo no hay nada como esto en toda la historia de la que ha quedado constancia. Este grito en la oscuridad de la cruz, la separación del Espíritu de Jesús y el que se rasgase el velo del templo, son todos ellos datos que reúne Marcos con el fin de que podamos entender lo que significan estos acontecimientos. Al escucharse el grito de Jesús: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, debió de haber muchas personas en la multitud que reconocieron que eran las palabras con las que comienza el Salmo 22. Si quiere usted enterarse de los antecedentes y el ambiente de la cruz, lea usted este salmo completo. No existe explicación adecuada respecto a la pregunta que hizo Jesús, a excepción de la que nos ofrecen las Escrituras: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21).
A continuación se escuchó el grito de despido y el momento en que se rasgó el velo. ¿Por qué se rasgó el velo en dos? Era la manera dramática de decir Dios para todos los tiempos y todas las naciones que el camino a Su corazón estaba totalmente abierto. Dios no está planeando una venganza. Todos aquellos que se reunieron alrededor de la cruz con odio y malicia contra Jesús, a todos ellos se les da la bienvenida para que regresen. El castigo ha quedado satisfecho para los que odian, los crueles, los ignorantes, los egoístas, los que buscan emociones con una mentalidad vacía. El camino ha quedado abierto, y Dios está esperando restaurar a los que viven sin esperanza, a los que se sienten impotentes y a los atemorizados.
Cuando yo no era más que un joven cristiano, a la edad de veinte y pocos años, leí un mensaje del Dr. D. L. Moody que nunca he olvidado. Era una descripción imaginativa del gran evangelista de lo que sucedió después de que Jesús resucitase de entre los muertos. Moody dice que reunió a Sus discípulos en Jerusalén y les dijo: “Hombres, quiero que vayáis y encontréis a los sacerdotes que se burlaron de mí, que me hicieron el reproche ‘a otros salvó, a sí mismo no se pudo salvar’. Explicadles a ellos que si yo me hubiese salvado a mí mismo, ellos hubieran sido hombres condenados. Pero decidles que el camino ha quedado abierto”. El libro de Hechos dice que cuando Pedro y los otros discípulos predicaron en Jerusalén, “muchos de los sacerdotes obedecían a la fe” (Hechos 6:7b).
Moody dice que Jesús les dijo a los discípulos: “Id primeramente a los soldados que echaron suertes sobre mis vestidos, sobre mi túnica de una sola pieza, y decidles que hay un mayor tesoro que les está esperando si vienen a mí. No tendrán una túnica de una sola pieza, sino un corazón sin mancha. Toda su culpa será lavada, toda su insensible crueldad puede ser perdonada si vienen. Encontrad al centurión que metió su espada en mi costado y decidle que hay un camino más cercano a mi corazón si él está dispuesto a venir sencillamente como un pecador que necesita el perdón”.
En esta maravillosa escena del velo que se rasgó en el momento de la muerte de Jesús, Dios está diciendo que el camino a Él está abierto para nosotros, a pesar de las actitudes equivocadas que con tanta frecuencia tenemos respecto a Él.
Padre, ayúdame a aferrarme a esta gran palabra: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él”. Yo no conozco una maravilla superior en todo el universo que esta.
Aplicación a la vida
Si la cruz de Cristo no es para nosotros la más grande maravilla en el universo, es muy posible que no hayamos entendido su asombroso impacto y los beneficios eternos de Su muerte.