Yo soy Jehová, vuestro Dios, que os he apartado de los demás pueblos. Por tanto, vosotros haréis distinción entre animal limpio e inmundo, y entre ave inmunda y limpia. No contaminéis vuestras personas con los animales, ni con las aves, ni con nada que se arrastra sobre la tierra, los cuales os he apartado por inmundos. Habéis, pues, de serme santos, porque yo, Jehová, soy santo, y os he apartado de entre los pueblos para que seáis míos.
Levítico 20:24b-26
Fíjate cómo Dios se identifica a Sí mismo cuidadosamente con cada una de estas instrucciones. Firma Su nombre, como si fuera, después de cada una. Nos da una admonición práctica, y después dice: “Yo soy Jehová, vuestro Dios”. El nombre que utiliza aquí es Su nombre del pacto: “Yo soy Jehová”. Lo que es: “Yo soy aquel que está vivo, el eterno, el que es suficiente. Soy el Dios que es bastante”. Esto es lo que significa Jehová.
¿Qué es lo que Dios está intentando impartirnos con este formato? Dos cosas están involucradas. La primera es autoridad. Esto enfatiza algo muy importante. Es que debemos descubrir cómo distinguir entre el bien y el mal, la verdad y el error, en la base de lo que Dios dice, si estamos en relación con Él. Hay un estándar distinto para el pueblo de Dios.
Esto es muy práctico, porque Dios es realidad. Lo que Dios dice y lo que ve y cómo ve la vida es cómo es la vida. Si lo ves de otra forma, entonces estás siendo ingenuo. No estás en línea con la realidad, y estás intentando vivir de acuerdo con una ilusión, una fantasía, una invención de tu imaginación. Tales ideas y estándares puede que estén muy extendidos. Puede que haya mentiras que sean creídas sincera y devotamente por la gente a tu alrededor y las cuales gobiernan su forma de vida. Pero Dios está diciendo: “Para ti, no. No para mi pueblo. Yo soy vuestro Dios y os estoy diciendo la verdad, cómo es la vida, lo que os va a hacer daño y lo que no. Así que, creedme, porque yo soy Jehová, vuestro Dios”.
Pero Él no sólo es autoridad; también es recurso. Ésta es la segunda razón por la que da Su nombre con cada orden. Él dice: “Haz esto, o no hagas eso: Yo soy Jehová, vuestro Dios”. ¿Qué es lo que quiere decir? Quiere decir: “Estoy disponible para vosotros. Yo soy la fuerza por la cual podéis hacer lo que os mando. Nunca os digo que hagáis algo sin haceros disponibles el poder para hacerlo”.
¿Has descubierto lo que Pablo descubrió y grabó para nosotros en Romanos 7, que no puedes hacer todas las cosas que quieres hacer y sabes que deberías de hacer, que quieres, pero que de alguna forma no puedes? Ésta es la forma en la que lo explica Pablo, desde su propia experiencia: “Lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que detesto, eso hago” (Romanos 7:15). Si así te sientes, Dios lo entiende. Es el problema más común en la vida. Lo que te falta es poder, el poder para responder. Debes aprender que hay otra fuente de poder con la que puedes contar: “el Dios que está ahí”, el Dios que está disponible para ti. Y es por esto que Dios firma Su nombre de esta forma varias veces. “Aquí hay algo que debéis hacer o no hacer: Yo soy Jehová, vuestro Dios; heme aquí, disponible para ti, listo para que recurras a mi fuerza. Cuando empieces a recurrir a ella puedes hacer, o no hacer, lo que te ordeno, por el poder de un Dios disponible, el Dios que es bastante. Yo soy Jehová.”
Padre, ayúdame a ver que simplemente ser moral, ser justo a otras personas y tratarlas como ellos nos tratan a nosotros, no es el nivel de vida que Tu esperas que yo viva. Tu nivel es mucho más alto. He de tener amor en respuesta por la maldad. Sólo puedo hacer eso por la gracia que hay en Ti, Señor Jesús. Ayúdame a obedecerte en esto y a esperar ver Tu vida obrando en mí.
Aplicación a la vida
¿Cuáles son dos importantes y esenciales formas en las cuales Jehová Dios se hace disponible a Su pueblo, para que podamos vivir a través de Su verdad realística sobre la vida? ¿Estamos confiando en Su autoridad, en el recurso de Su presencia que mora en nosotros y en Su poder?