La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
Juan 14:27
Me pregunto: “¿Cuántos cristianos han realmente entendido el gran hecho de que la paz es nuestra herencia?”. La paz es lo que nos ha dejado Jesús. Es fundamental y es algo que no nos puede quitar ninguna circunstancia. Eso es lo que Él quiere decir con las palabras: “no os la doy como el mundo la da”.
¿De qué manera nos da el mundo la paz? Si usted se sintiese preocupado y fuese a un médico que no fuese cristiano y le preguntase usted: “¿Qué puedo hacer para tener paz?”, ¿qué le diría el médico?
“Haga usted un viaje; vaya a Hawaii; aléjese usted de todo”. En otras palabras: “Cambie usted sus circunstancias, vaya a un lugar donde nada le produzca inquietud, donde todo sea paz a su alrededor, y entonces podrá usted tener paz”.
Pero Jesús dice: “Yo os doy paz en medio de las tribulaciones, cuando se siente usted preocupado, dominado por la aflicción, la inquietud, los sufrimientos y las presiones. Yo puedo hacer que tenga usted paz en su corazón ahí mismo y no de la manera que el mundo la da”. ¿Por qué? Porque podemos regresar a esa relación básica que tenemos: “vosotros en mí y yo en vosotros”. Teniendo esto tenemos la garantía de que Él está cumpliendo Sus propósitos. Él hará que lleguemos al final de nuestra inquietud. Él acallará la tormenta y hará que cesen las olas. Nosotros podremos descansar en la barca satisfechos, sabiendo que “ninguna agua puede tragarse el barco en el que se encuentra el Maestro del océano, de la tierra y del cielo”. Eso es paz.
“Mi paz os doy. [Por lo tanto]”, añade el Señor, “no se turbe vuestro corazón”. ¡Eso ha sido dirigido a usted! Significa que no tiene usted que inquietarse y estar ansioso, cansado y preocupado. “No se turbe vuestro corazón”. ¿Cómo? Regresando a ese lugar de descanso. Regrese usted a la cabina telefónica y descanse en ella con la confianza de que Superman está en el interior y se ocupará de la situación por usted y realizará Su propósito por medio de usted.
Padre, Tú me has hecho rico con la herencia de paz. Te doy gracias porque, pase lo que tenga yo que pasar, sea cual fuere la dificultad, puedo tener paz porque Tú estás en mí y yo estoy en Ti.
Aplicación a la vida
¿De qué manera le da el mundo paz? ¿Puede haber realmente una cura para un corazón atormentado?