Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
Isaías 11:6
¡Qué imagen tan bella! Éste es el tiempo en el que los sueños de los hombres serán realizados, cuando todos los deseos que se reflejan en las manifestaciones por la paz y las peticiones de desarme serán cumplidos. La humanidad tiene un profundo deseo de este tipo de mundo, aunque no saben cómo conseguirlo. Pero hay Uno que viene que sí sabe cómo conseguirlo. Entonces incluso los animales perderán su ferocidad y se recostarán unos con otros. ¿Cómo se sentirían si ustedes, como madres, se encontraran a su hijo o hija jugando con una cobra? Pero va a haber un tiempo cuando esto ocurrirá, cuando los animales perderán su ferocidad unos con otros, cuando el león comerá paja como el buey.
Alguna gente se pregunta: “¿Es esto literal o tan sólo simbólico? ¿Será una metáfora?”. Algunos comentadores dicen que esto es una imagen del trabajo de Cristo en los corazones humanos hoy en día. Yo creo esto. Creo que esto es una metáfora, una imagen de paz espiritual.
Yo pienso de los ancianos de nuestra iglesia en estos términos. Uno de ellos es como un león: ruge cada vez que le enfadas. Otro de ellos es como un gran oso: te engulle según entras en contacto con él. Otro es como un leopardo: es engañoso. ¡Y aquí estaba yo, como un manso cordero en medio de ellos! Las reuniones de ancianos a veces dan esa impresión, pero cuando recurrimos al Señor, Él viene en medio de nosotros como un domador de leones. Entonces el león se recuesta con el cordero, el lobo y el leopardo viven juntos, y todo se resuelve. Éste es el poder que el Señor tiene para obrar en los corazones humanos hoy en día. Él puede sanar los conflictos y traer la paz entre los hombres.
Pero también creo que esto es literal. Viene un día en el que la maldición será retirada de la tierra. Pablo canta sobre el día en el que “la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción” (Romanos 8:20). Entonces la maldición será retirada, y la tierra entera reverdecerá, como nunca hemos visto hasta ahora; el desierto “florecerá como la rosa”, como describe Isaías en el capítulo 35. Los animales perderán su ferocidad e incluso los carnívoros volverán a comer hierba, como era la creación antes de la caída.
Padre, anhelo el cumplimiento de estas palabras misericordiosas, cuando incluso los animales perderán su enemistad los unos con los otros y se recostarán juntos, y un niño los pastoreará. Concédeme que pueda descubrir la realidad de estas palabras en mi propia vida.
Aplicación a la vida
Dios se interesa por la pacificación y por los pacificadores. Mientras esperamos su cumplimiento final, ¿estamos buscando ser verdaderos mensajeros de Su paz día a día?