Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas...
2 Corintios 10:4
Creamos en nuestras armas. Renovemos nuestra confianza en lo que Dios nos ha dado. Es la única manera de que podamos fortalecernos otra vez en la fuerza y el poder del Señor. Recordemos que la oración de fe es un arma poderosa que ataca directamente a la fuente de los problemas, poniendo en juego fuerzas espirituales superiores a las fuerzas espirituales de la oscuridad que hay detrás de las manifestaciones del mal en el presente. Recuerde las muchas exhortaciones y promesas en las Escrituras que se relacionan con la oración. Usted no tiene que entenderlo todo acerca de la oración para orar; entenderá lo que es la oración orando; se aprende sobre la marcha. Sólo obedeciendo lo que Dios dice, empezará a comprender lo que Dios significa. Empezando a orar, aprenderá a orar. Con ese fin, tenemos grandes exhortaciones y grandes promesas para alentarnos.
El Señor Jesús dijo: Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo
(Juan 14:13).
Al Padre le complace ser glorificado en el Hijo, y el único propósito de la venida del Hijo es poder glorificar al Padre.
Y Jesús dice que ésta es la manera de hacerlo: Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré
(Juan 14:14).
Dijo también: De cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte:
(Mateo 17:20).
Ésas son grandes palabras, grandes promesas.
Pásate de aquí allá
, y se pasaráSi tenéis fe…
.
Debe ser fe en correspondencia a lo que Dios ha dicho, no meramente un salto ciego en la oscuridad.
La fe nunca es una esperanza sin fundamento en que Dios hará algo; eso no es fe.
La fe se basa en lo que Dios ha dicho que hará y consiste en nuestra confianza en ello.
¡Si usted tiene fe, incluso tan pequeña como un grano de mostaza, pedirá lo que quiera, y se le dará!
Todos los apóstoles confirmaron esta promesa. El apóstol Juan dice: Ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho
(1 Juan 5:14-15).
El apóstol Pedro dice: El fin de todas las cosas se acerca
.
Si Pedro pudo escribir eso hace dos mil años, al comenzar el último periodo de la historia antes de que el Señor haya de venir de nuevo, ¿cuánto más podemos decirlo de hoy, cuando vemos tantos aspectos proféticos de las Escrituras que se están cumpliendo?
El fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios y velad en oración
(1 Pedro 4:7).
La oración es el arma por la cual las cosas se mantienen a raya hasta que los propósitos de Dios se cumplan.
Además, tenemos tantos ejemplos en las Escrituras en la misma línea; ejemplos de cómo las oraciones del pueblo de Dios han intervenido real y directamente en los asuntos de gobierno, en la política, o en la vida normal y en la realización de las operaciones normales de una nación. Padre, ayúdanos a tomarnos estas cosas en serio. Ciertamente podemos ver lo seriamente que los apóstoles y los cristianos primitivos se las tomaban y los resultados tan poderosos que se obtuvieron cuando creían y actuaban.
Perdona mi incredulidad, Padre, y perdona mi rechazo a tomarme en serio Tu exhortación a orar y actuar en base a ello. Amén.
Aplicación a la vida
¿Ha tomado la poderosa arma de la oración de fe? ¿Está perseverando en la oración a pesar de los contratiempos?