Asimismo, a todo hombre a quien Dios da bienes y riquezas, le da también facultad para que coma de ellas, tome su parte y goce de su trabajo. Esto es don de Dios.
Eclesiastés 5:19
El aprender a disfrutar no tiene que ver con las posesiones ni con las riquezas, ni tampoco con el compañerismo, la popularidad y la fama, ni con la aprobación y la admiración de otras personas. El aprender a disfrutar tiene que ver con conocer al Dios viviente y recibir todo de Su mano con gratitud, ya sea dolor o placer. Ése es el don de Dios, y ésa es la lección de este gran libro.
Fíjese usted cómo termina el capítulo: “Porque así no se acuerda mucho de los días de su vida, pues Dios le llena de alegría el corazón” (Eclesiastés 5:20). ¿Ha conocido usted alguna vez a personas así? Han vivido una vida plena, pero no hablan nunca acerca del pasado; pues hay algunas personas que viven en el pasado.
William Randolph Hearst, que amasó una de las más grandes fortunas de nuestros tiempos, acabó sus días entre toda la opulencia y el esplendor del castillo que construyó en el sur de California, sentado en un sótano, viendo una y otra vez las películas de su amante de Hollywood en un esfuerzo por sacarle un grado de placer al pasado.
Cuando las personas descubren las riquezas de la vida que Dios ha provisto, no piensan en el pasado ni hablan sobre él. Tampoco hablan sobre el futuro, porque están disfrutando tan totalmente el sabor de la vida.
¡Qué bueno es conocer al Dios viviente, saber que Él controla lo que sucede en su vida! Él espera que tome usted decisiones; las Escrituras siempre nos animan a que lo hagamos. Pero gócese usted por la sabiduría del corazón del Padre y disfrute plenamente lo que recibe usted a diario; ése es el secreto de la vida. El que lo hace rara vez “se acuerda mucho de los días de su vida, pues Dios le llena de alegría el corazón”.
Sí, Señor. Es tan bueno conocerte y recibir la libertad para disfrutar todo lo que Tú provees día tras día.
Aplicación a la vida
La verdadera manera de disfrutar la vida se basa en el conocimiento concreto que da como resultado el dar gracias continuamente. ¿Cuál es la gran lección y el don de Dios que hace posible que disfrutemos la vida?