Por eso están delante del trono de Dios y lo sirven día y noche en su templo. El que está sentado sobre el trono extenderá su tienda junto a ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno, porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.Apocalipsis 7:15-17
Fíjese en el trono y en el templo.
De hecho, hay dos tronos en este pasaje.
Primero está el trono de Dios
, que es el trono del Padre, reinando sobre todo el universo.
Pero la segunda mención del trono: El que está sentado sobre el trono
, se refiere al trono de Jesús en la tierra.
En la carta a la iglesia de Laodicea, Jesús dijo: Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono
(Apocalipsis 3:21).
Aquí se menciona un templo como referencia al templo del milenio que aún está por construirse en Jerusalén, el que Ezequiel describe en los capítulos finales de su gran profecía. Será el lugar donde las naciones vayan a adorar en los días en que Cristo gobierne sobre la tierra. Hay una preciosa descripción en la profecía de Miqueas 4:1-6. Allí el profeta describe el gobierno de Dios centrado en Jerusalén; la justicia fluirá hacia toda la tierra; las naciones traerán su tributo; y los hombres convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces, y no harán más guerra. La paz llegará por fin a toda la tierra.
Aquí se nos dice: ellos sirven al Señor día y noche
.
En el cielo no hay noche y día.
Esto es claramente una escena terrenal.
El que se sienta en el trono (el trono de David) extenderá Su tienda
junto a ellos, y nunca más tendrán hambre ni sed.
Es una preciosa descripción de las bendiciones de ese tiempo del milenio.
Muchos otros pasajes de los profetas lo describen también.
Éste es el cumplimiento del sueño de los profetas del pasado.
Israel florecerá como la rosa y llenará la tierra de bendición.
La nación será como una viña hermosa y fructífera que extiende sus ramas por toda la tierra y bendice a las naciones, tal como se le prometió a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra
(Génesis 22:18).
Asociados con ellos habrá miles de gentiles que, del mismo modo, sirven al Señor día y noche en relación con el templo, ministrando por toda la tierra.
Puede leer sobre esto en Isaías 66:20-21.
Judíos y gentiles están todos bajo el cuidado del Gran Pastor.
Jesús es el Gran Pastor, y tiene más de un rebaño.
En una ocasión dijo a Sus discípulos: Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; a ésas también debo atraer y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor
(Juan 10:16).
Eso es lo que vemos aquí.
Está trayendo otro grupo, salvado por Su sangre —Éstos han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero
— además, los conduce también al refrigerio y a la bendición, habiendo enjugado cada lágrima de dolor.
Padre, eres tan bueno. Gracias por la esperanza que das de que enjugarás todas las lágrimas de mis ojos. Amén.
Aplicación a la vida
¿Cuáles son las bendiciones que esta multitud del cielo experimentará? Tómese algún tiempo para dar gracias a Dios por lo que tiene para Su pueblo en el futuro.