Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuera a vosotros con los hermanos, pero de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad.
1 Corintios 16:12
Este es un versículo de lo más notable, especialmente en vista de la actitud que muchos tienen hoy de que los apóstoles eran, en un sentido, “generales” en el ejército del Señor, mandando a la gente, dirigiéndoles aquí y allá, y ordenando a estos cristianos más jóvenes a ir a donde ellos les diera la gana. Pero no encuentras eso aquí. Este versículo indica que Pablo no ordena a Apolos para nada; no tiene ninguna autoridad sobre él. Más bien, le ruega. En varios sitios en el Nuevo Testamento somos recordados por el apóstol de que no era “señor” sobre ninguna otra persona.
El enseñorearse sobre los hermanos es una de las grandes aflicciones de la iglesia hoy en día. Algunos hombres suponen, por ejemplo, que la oficina de pastor les da autoridad sobre otra gente. Pero fíjate que Pablo respeta la libertad personal de Apolos de ser dirigido del Señor, aun así como lo es él. No le dice a Apolos lo que debe hacer, sino que dice que no tuvo la voluntad de ir por ahora, y Pablo acepta eso. Apolos, también, está operando bajo el control directo de Dios. Esto es cierto no sólo de los lideres, como Pablo y Apolos, sino que es cierto de todos los cristianos. Quizás la palabra más clara sobre esto fue dicha por el Señor mismo cuando dijo: “Porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos” (Mateo 23:8). La iglesia ha de volver a la restauración de un sentido de ser hermanos los unos con los otros, no en la posición de estar uno sobre otro, sino trabajando juntos. Encuentro cristianos en todas partes que están bajo la autoridad de hombres que parecen ser dictadores, de forma parecida a Diótrefes, a quien Juan menciona en una de sus cartas, que le encantaba tener el primer lugar entre ellos (3 Juan 1:9). Los creyentes deben entender que ningún pastor tiene el derecho de decirles lo que pueden hacer con sus dones espirituales, y ningún pastor tiene el derecho de decirles que no pueden tener una reunión en su casa y enseñar la Palabra de Dios a quien sea que venga y escuche.
Deberían escucharle como a un hermano sabio que entiende la naturaleza de la verdad, quizás, y puede darles sugestiones que les sean de ayuda. Pero ningún pastor nunca, en ningún sitio, tiene el derecho de decirle a otra persona que no puede seguir la guía del Señor en cuanto al ministerio que tiene. Pablo lo deja claro en este pasaje.
Observa cómo apoya a Apolos en esto. Apolos irá, dice, “cuando tenga oportunidad”. Pablo y Apolos y Pedro eran tres hombres alrededor de los cuales se estaban juntando facciones en esta iglesia. Quizás Pablo quería que Apolos fuera porque pensó que mejoraría esa situación. Pero quizás esa sea la misma razón por la que Apolos no quería ir. Quizás lo vio y lo evaluó, y entendió que al visitar Corinto agravaría la tendencia de los corintios a juntarse alrededor de un individuo. Así que no eligió ir, y el apóstol le apoya. Esta es una vista de mucha ayuda a la vida del Nuevo Testamento.
Señor, gracias por Tu Palabra. Enséñame a escucharte, y te pido por aquellos a mi alrededor que son llamados a pastorear un rebaño de Dios.
Aplicación a la vida
¿Tienen los líderes apoyo de las Escrituras para dar órdenes y controlar? ¿Estamos honrando la prerrogativa del Espíritu Santo en nuestros compañeros creyentes con apoyo en oración?