… sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
Efesios 4:15
La amonestación esencial en las Escrituras relacionada con el ministerio de construir y edificarse unos a otros en el cuerpo de Cristo se encuentra aquí en Efesios 4:15.
En griego, el verbo siguiendo
no aparece.
Este verso dice simplemente: verdadeando
en amor.
Ello transmite un sentido, no solamente de decir la verdad, sino de demostrar la verdad por medio del estilo de vida y el comportamiento en todas las áreas de la vida.
La mayoría de nosotros tiende a evitar las situaciones de enfrentamiento.
Los enfrentamientos son desagradables.
Pero, en la iglesia, el enfrentamiento es a veces necesario para la salud de la iglesia.
Éste es un aspecto en el que los cristianos a menudo se descuidan unos a otros y dejan que el cuerpo de Cristo se vuelva insalubre e inefectivo.
Si alguien tiene un hábito desagradable e irritante, somos muy rápidos en comentarlo con los demás, pero ¿estamos dispuestos a decirle algo directamente a esa persona?
Si lo hacemos, es generalmente sólo cuando hemos sido enojados o molestados hasta el punto en que nos desahogamos con esa persona de un modo destructivo.
¿Por qué somos tan reacios a tratar sobre nuestras quejas y objeciones cara a cara?
Nos decimos a nosotros mismos: No quiero herir sus sentimientos
o No quiero hacer que se sienta mal
.
Pero simplemente estamos engañándonos a nosotros mismos.
El hecho es que no queremos pagar el precio de seguir la verdad en amor
.
No queremos arriesgarnos a tener que lidiar con una situación incómoda.
Es mucho más fácil, simplemente, quejarse a espaldas de esa persona en lugar de enfrentarse a su pecado o defecto con amor.
El problema es que con nuestro silencio y timidez hacemos mucho daño a esa persona.
La condenamos a seguir ofendiendo a otros y a sufrir el rechazo, ¡cuando podríamos permitir a Dios que nos use para producir un cambio positivo en la vida de esa persona!
Lo peor de todo es que bautizamos
nuestro silencio, convenciéndonos a nosotros mismos de que nuestra huida cobarde del enfrentamiento es, en realidad, una señal de amor cristiano
.
Los cristianos que han vivido en una atmósfera de vida del cuerpo auténtica le dirán que están agradecidos, más allá de las palabras, de que otros cristianos se hayan preocupado lo suficiente como para iluminar sus faltas de entendimiento y ayudarles a volverse más maduros y semejantes a Jesús. El enfrentamiento es doloroso y desagradable para todos los implicados, pero es el dolor de la cirugía que da vida, no el dolor de una herida dañina.
El enfrentamiento debe ser siempre abordado con un espíritu de humildad y gentileza, plenamente convencidos de que nosotros mismos somos vulnerables ante los errores y las faltas de entendimiento, y que algún día será nuestro turno de que se enfrenten a nosotros.
Pero hay unas cuantas personas en casi todas las iglesias a quienes les encanta enfrentarse a otros y quienes, arrogantemente, se encargan de dirigir la vida de los demás.
Debemos tomarnos en serio las palabras de Gálatas 6:1: Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado
.
Padre, el enfrentamiento es difícil. Necesitamos Tu poder y amor para hacerlo eficazmente con un espíritu de comunidad y restauración.
Aplicación a la vida
¿Le está pidiendo Dios que le hable a alguien sobre algún defecto? ¿Está usted dispuesto a hacerlo con un espíritu de amor servicial?