Moisés llevó su causa delante de Jehová, y Jehová respondió a Moisés:
Bien dicen las hijas de Zelofehad. Les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas.Números 27:5-7
Moisés llevó la causa de las hijas de Zelofehad delante de Jehová, y el Señor le dijo que ellas tenían razón.
Más tarde esto se convirtió en un estatuto y ordenanza para Israel.
No sólo recibieron estas cinco jóvenes la herencia de su padre, sino que su acto de fe estableció la base de una nueva ley.
Cuando yo era muchacho en casa en un rancho de Montana, solíamos tener una lata roja y grande de levadura sobre la estantería, y la lata estaba etiquetada como levadura de doble acción
.
La fe es así.
La fe no sólo actúa sobre nosotros, sino que estimula a los demás también.
Lo que nuestro acto de fe logra para nosotros se convierte en una puerta abierta para otros que siguen después.
Lo impresionante de la actividad de estas muchachas es que, siglos más tarde, este acto de fe estableció el principio que hizo posible el derecho de Jesucristo al trono de David a través de Su madre María. Lucas nos dice que se suponía comúnmente que Jesús era el hijo de José, aunque los allegados a la historia sabían que Él no era hijo de José. Como Su filiación con José estaba generalmente aceptada, se convirtió en la base de Su derecho legal al trono de David. Pero, de haberse puesto en duda ese derecho, Él todavía hubiera tenido derecho al trono de David a través de Su madre María, en base a esta ley establecida por las hijas de Zelofehad. Pues todos los derechos y prerrogativas de la casa de David venían a María basándose en este principio establecido en Israel.
Ésta es siempre la dinámica de la fe.
Los demás son estimulados hacia nuevos esfuerzos cuando nosotros caminamos en fe.
Recuerde que Pablo, cuando escribía a los filipenses, decía que, aunque estaba en la cárcel, encadenado a un guarda romano día y noche, la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor
(Filipenses 1:14).
Al ver su fe ejercitada en medio de esas circunstancias desalentadoras, su propia fe fue fortalecida, y se pusieron a trabajar.
El resultado fue que el evangelio floreció por toda la ciudad de Roma mientras los cristianos estaban siendo perseguidos.
¿Quién sabe lo que Dios va a hacer cuando se dan pequeños pasos de fe?
Dios nos llama a vivir por fe, y por todas las Escrituras vemos que cuando nos aventuramos basándonos en alguna promesa de Dios, estamos reclamando lo que Dios nos ha ofrecido en Cristo.
El más tímido esfuerzo en esta dirección puede abrir una puerta que se desarrollará en gloriosas posibilidades.
Ésta es la dinámica de la fe.
¿Quién sabe lo que Dios traerá a su vida si usted abre su hogar, intenta abordar de manera diferente un viejo problema, abandona un viejo hábito, o camina en fe?
Usted se pone delante de Dios y dice: Señor, he encontrado esto en Tu Palabra.
Ahora no es parte de mi vida, pero, por Tu gracia, lo reclamo.
Lo quiero
.
Ésta es la forma en que Dios cambia la historia humana.
Señor, al caminar yo en fe, te pido que los demás sean fortalecidos en su propia fe, y juntos veremos las gloriosas posibilidades que tienes reservadas para nosotros.
Aplicación a la vida
Acepte este reto de abordar con fe un área particular de su vida y ¡observe cómo Dios usa su fe para expandir las vidas y las acciones de otros!