Te envíe ayuda desde el santuario y desde Sión te sostenga.
Salmo 20:2
¡Esto es maravilloso: “ayuda desde el santuario”! El santuario es siempre una imagen del lugar en el que nos encontramos con Dios. En Israel era el templo, el lugar donde los israelitas iban para enderezar sus pensamientos, para que su manera de pensar fuese corregida. Allí se encontraban con Dios y allí escuchaban la Palabra de Dios, la mente y los pensamientos de Dios.
En el Salmo 73, el salmista se siente profundamente angustiado por lo propenso de los malvados, el problema perenne que todavía puede afectarnos a nosotros: ¿Por qué prosperan los impíos mientras que los justos parecen pisoteados todo el tiempo? Esto es algo que le ha inquietado, hasta que por fin fue al santuario, donde comenzó a percibir el fin de ellos. Allí empezó a ver todo el cuadro completo, y fueron corregidos sus pensamientos. Esto es lo que hace el santuario.
Para nosotros el santuario son las Escrituras, que es donde obtenemos la ayuda. Es allí donde son iluminadas nuestras mentes, donde empezamos a ver el mundo tal y como es, no como da la impresión de ser. No hay ni uno solo de nosotros que no haya aprendido ya que la vida no es como parece ser, que lo que da la impresión de ser la respuesta y aquellos de lo que estamos convencidos al principio de cómo son las cosas resultan ser todo lo contrario. La vida está llena de ilusión con engaño; las cosas no son lo que parecían ser. ¿No clama su corazón para que alguien le diga a usted la verdad, para que le diga cómo son las cosas exactamente, para que le abra a usted los ojos sobre lo que está sucediendo? Eso es lo que hace la Biblia, y a menos que esté usted en las Escrituras, no hay ayuda alguna. “Ojalá encuentre usted ayuda en el santuario, en las Escrituras”, es la oración del salmista, “para que sus ojos se iluminen y pueda usted entender”.
Ayuda del santuario y apoyo de Sión, que es otro nombre para Jerusalén, la capital del reino. En las Escrituras es un símbolo del reino invisible de Dios con el que estamos rodeados, formado por los ángeles que ministran, enviados para servir a aquellos que han de ser los herederos de la salvación. En otras palabras, toda la ayuda invisible que puede darle Dios a usted en el día de la angustia, en la hora de las presiones, está disponible por medio de la oración.
Recuerde usted que en el huerto de Getsemaní, estando Jesús orando y sudando gotas de sangre en el momento de Su más intensa agonía, se le apareció un ángel que le ministró y le fortaleció. El ángel fue hecho visible para Él para que a nosotros se nos enseñase una lección de lo que sucede cuando oramos. Yo he orado sintiéndome deprimido y derrotado, pero mientras oraba he sentido mi espíritu elevarse, cambiar y fortalecerse. He salido sintiendo calma, descanso y paz. ¿Por qué? Porque he recibido ayuda de Sión.
Señor, hay demasiados lugares a los que acudo cuando llegan los tiempos de angustia. Enséñame a volverme a Tu santuario para la ayuda que necesito.
Aplicación a la vida
¿A dónde acudimos cuando nuestros corazones y nuestras mentes están angustiados y confusos por todo lo que está sucediendo en nuestro mundo? ¿Dónde está el lugar de tranquila confianza y de reposo?