Que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos.
Efesios 1:18-19a
Los ojos de la mente pueden captar la doctrina y las enseñanzas sobre Dios, ya que vemos con nuestras mentes.
Quizá alguien le haya dicho algo, y usted ha replicado: Ah, sí, ya veo lo que quieres decir
.
Usted no lo vio con sus ojos; lo vio con su mente.
Pero las Escrituras declaran que sus corazones tienen ojos también.
Y Pablo ora para que los ojos de sus corazones puedan ser alumbrados.
En las Escrituras el corazón es la sede de las emociones. La oración del apóstol es que podamos captar de tal manera la revelación que se hace a la mente, que empiece a iluminar, emocionar y motivar nuestros corazones. Ahí es cuando nos convertimos en cristianos vitales: activados, listos para servir y altamente motivados, porque hemos empezado a sentir el poder y la maravilla de la verdad que se nos ha enseñado.
Pablo comienza orando para que podamos ver la esperanza a la que Dios nos ha llamado.
Ésta es claramente la esperanza de ser transformados a Su semejanza, la esperanza de gloria.
Pablo habla de ella en muchos lugares de las Escrituras.
Él dice: pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria
(2 Corintios 4:17).
No debemos mirar la vida como lo hace el mundo que nos rodea, como si fuera todo lo que vamos a obtener, como la única oportunidad que usted va a tener de encontrar satisfacción.
El mundo dice: Si no lo agarras ahora, no vas a tener nunca otra oportunidad
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He visto que esa equivocación conduce a la gente a abandonar sus matrimonios después de 30 o 40 años y fugarse con otra persona, generalmente más joven, esperando poder cumplir aún sus sueños, porque sienten que la vida se les escapa.
Los cristianos no han de pensar así. Se nos ha dicho que la vida es una escuela, un periodo de entrenamiento. Es donde estamos siendo preparados para algo que es increíblemente grandioso, pero que está aún por venir. No entiendo todo lo que eso implica, pero lo creo y apenas puedo esperar a que ocurra. No sucumba a la filosofía de que tiene que tenerlo todo ahora o nunca tendrá otra oportunidad. Usted puede dejar de lado muchas cosas ahora y estar contento, porque sabe que lo que está obteniendo, lo que Dios le está mandando en su experiencia presente, es justo lo que necesita para estar listo para lo que le espera cuando la vida se acabe.
Así que, no pierda la esperanza. Está encaminado a la esperanza, rumbo a la vida, rumbo a la gloria. Todo en esta vida está obrando con ese fin. No tiene que estar deprimido o sentir que todo es inútil, que no puede hacer nada, que se está haciendo viejo, que ha perdido su habilidad y todo lo demás. Eso no es verdad. Pablo ora para que estos cristianos puedan sentir en sus corazones la gran esperanza a la que se les llama. Todo está esperándoles más allá de la muerte; es la rutilante esperanza de que inevitablemente avanzan hacia adelante.
Señor, abre los ojos de mi corazón para que pueda ver el poder y la maravilla de la esperanza que se me da.
Aplicación a la vida
¿Estoy viviendo como si esta vida fuera todo lo que importa, o estoy reconociendo que la esperanza que me ha sido dada es una certeza por venir?