Entonces puso Dios en mi corazón que reuniera a los nobles, a los oficiales y al pueblo, para que fueran empadronados según sus familias.
Nehemías 7:5a
Era necesario asegurarse de que sólo los verdaderos israelitas viviesen en el interior de Jerusalén. A continuación aparece una lista de nombres de todas las familias de aquellos que regresaron de Persia a Jerusalén bajo el liderazgo de Esdras, unos treinta años antes del tiempo de Nehemías. Estos se encontraban entre aquellos que ayudaron a construir el muro. Él no sólo está concediéndoles el crédito a ellos, sino que está reconociendo que ellos serán responsables de continuar con lo que él había empezado. Así que, habiendo nombrado líderes que vendrían después de él como hombres de integridad, valor y fidelidad, ahora se asegura de que sus seguidores sean verdaderos israelitas.
La aplicación espiritual es que necesitamos saber que realmente pertenecemos a Dios. Usted no será nunca un siervo de Cristo que tenga éxito y que trabaje de manera fiel para Él y le sirva, hasta que no se asegure usted de que le conoce y le pertenece usted a Él. Esto no sólo es necesario para los dirigentes, sino para el pueblo común también. Todos necesitamos conocer nuestra genealogía espiritual; de lo contrario, nuestro servicio será débil y en general poco efectivo.
El versículo 61 nos ofrece una lista de aquellos que no podían demostrar su genealogía y a los que, por lo tanto, no se les permitía vivir en la ciudad de Jerusalén. A ciertos de ellos entre los sacerdotes se les negó el derecho a realizar su ministerio porque no podían demostrar su linaje. Muchos intentan realizar su ministerio en la iglesia de Dios actualmente, a pesar de que se sienten inseguros respecto a si pertenecen a Dios. A veces los pastores, los catedráticos de los seminarios y los dirigentes de la comunidad cristiana no saben ellos mismos si son verdaderos cristianos. De manera que estos siempre están causando devastación en las iglesias en las que intentan servir.
La referencia al Urim y al Tumim es interesante (v. 65). Éstas eran dos piedras (sus nombres significan “luces” y “perfecciones”) que llevaban puestas los sacerdotes en sus prendas, mediante las cuales podían discernir la mente de Dios. Nadie sabe realmente cómo funcionaban. Nehemías dice que a estos sacerdotes sospechosos no se les permitía realizar su ministerio “hasta que hubiera sacerdote con Urim y Tumim”. Creo que ésta es una referencia oculta a nuestro Señor Jesús. En el libro de Hebreos se dice de Jesús que es “sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec” (6:20), refiriéndose a uno que vive para siempre y que conoce a fondo la mente de Dios. Él puede restaurar a los sacerdotes sospechosos a su ministerio y devolverles su oficio. Él puede darles la seguridad de que pertenecen.
Padre, te doy gracias por poder confiar en la promesa de Tu Palabra según la cual yo pertenezco: “Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
Aplicación a la vida
¿De qué manera el que conozcamos de verdad a Jesús y el que pertenezcamos a Dios hace que nuestras buenas obras lleven fruto y resulten efectivas? ¿Provienen nuestros actos de servicio de una respuesta a Dios?