Id, comed alimentos grasos, bebed vino dulce y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque éste es día consagrado a nuestro Señor. No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.
Nehemías 8:10
Aunque el llanto es necesario, no es el mensaje final de Dios para nosotros. Para mostrar esto, Nehemías y Esdras elevan sus voces y corrigen al pueblo. ¡Qué declaración tan poderosa del efecto de la Palabra de Dios! Cuando las personas lo entienden, produce gozo: “El gozo del Señor es vuestra fortaleza”. ¡Qué gran palabra para personas que están sufriendo, que ven el mal en sus vidas y en las vidas de las personas que les rodean y están de duelo por lo que ha producido! La palabra que produce gozo es la del perdón. ¡Dios puede perdonar! Él lo hace y además restaura. Eso fue lo que quiso decir Jesús con las palabras: “Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consolación” (Mateo 5:4). Yo no creo que usted vaya a ser consolado hasta que no aprenda usted a lamentarse. Cuando ve el sufrimiento, el dolor y la desesperación que puede producir el pecado y usted se lamenta por ello, entonces está usted preparado para recibir el consuelo y el perdón.
¿Qué significa “el gozo del Señor”? Es el hecho de que Dios ha encontrado una solución para el problema del pecado. Él ha provisto una manera para vivir de un modo sensato, sobrio, sabio, de ayuda y saludable. ¿Cómo? Aprendiendo a pensar como lo hace Él. Empiece usted a ver el mundo desde Su punto de vista. No escuche usted más a las voces y el griterío de los medios de comunicación. No adopte usted una filosofía de la vida basándose en lo que dice la gente o siguiendo los consejos que otros dan; escuche usted a la Palabra de Dios.
Ésa es la respuesta. Esto sanará su vida. “Envió su palabra y los sanó” (Salmo107:20). El ministerio de la Palabra de Dios nos sanará y creará en nosotros el deseo de compartir esa sanidad con otras personas. Nehemías anima al pueblo a enviar porciones de alimentos a aquellos que no tenían nada preparado. Esto es invariablemente el resultado en aquellos que descubren que sus vidas están empezando a ser sanadas por la Palabra de Dios. Empiezan a pensar en aquellos que están sufriendo y quieren compartir con ellos lo que han aprendido.
Señor, te doy gracias por el gozo del perdón y de la restauración. Gracias por pagar por este don con la preciosa sangre de Tu Hijo.
Aplicación a la vida
¿Qué significa “el gozo del Señor”? ¿Qué es lo que puede sanar nuestra vida? ¿Celebramos y compartimos con otros el gozo de nuestra herencia?