Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso, santa convocación; ningún trabajo haréis. Es el día de descanso dedicado a Jehová dondequiera que habitéis.
Levítico 23:3
El sábado semanal había comenzado en la creación. Dios trabajó seis días y después descansó en el séptimo día. Dios no hizo ningún trabajo en el sábado. Esto fue restablecido y renovado cuando dio la Ley en el monte de Sinaí, cuando Dios le recordó a Su pueblo que el sábado estaba en el corazón de todo Su trabajo.
A menudo oigo el domingo referido como “el sábado”. Y quizás pienses que ésta es una antigua palabra para domingo. Pero eso está totalmente equivocado. ¡El domingo nunca es el sábado, y nunca fue el sábado! La transferencia que se hace de estas dos ideas es totalmente en contra de la Biblia. El día séptimo era el sábado. El primer día era el domingo. Y el sábado debía observarse como el sábado, como todavía se hace hoy en día en Israel.
Algunos cristianos sienten que los cristianos todavía deberían observar el séptimo día como el día que Dios apuntó para el descanso. Nos dicen que deberíamos estar alabando en sábado, no el domingo. En su contención de que Dios nunca ha disminuido la importancia del sábado tienen toda la razón. Porque el punto de ello era que era un día de descanso, y no debía hacerse ningún trabajo en él. Pero esto era una sombra, un símbolo, y el símbolo nunca es totalmente importante. Esta observancia de un día de descanso es una imagen de otra cosa que Dios quiere, que es de gran significado para Él.
En el libro de Colosenses, Pablo específicamente dice que la observancia de un día es una de esas sombras que, para el creyente, terminaron en la venida de Cristo (Colosenses 2:16-17). Pero, entonces, ¿qué es lo que quiere Dios? No sirve de nada desechar una observancia si no encuentras hacia qué apunta y empiezas a cumplir eso. Porque la realidad del sábado siempre ha continuado. Nos es dado, entre muchos otros sitios en las Escrituras, en Hebreos 4, donde el apóstol nos recuerda que el sábado significa “descanso”, y que es una referencia al secreto de la vida. Los humanos fueron diseñados para operar a base al descanso, no basado en la tensión, no basado en la ansiedad ni en la presión. Hemos de operar en la actividad que procede del descanso.
¿Qué es el descanso? De nuevo, Hebreos 4 nos lo explica. En el versículo 10, dice: “porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:10), esto es, en el séptimo día de la creación Dios cesó de todo trabajo. Aquel que ha entrado en Su reposo ha reposado de sus propias obras y está descansando en la obra de Otro. Así que, si aprendes el principio de operar en la dependencia sobre Dios que obra en ti, y si no tratas de hacerlo todo por ti mismo, sino que aprendes a descansar en lo que Dios está listo para hacer en ti y por medio de ti y a tu alrededor, y esperas que Él lo haga, entonces estás observando el sábado como Dios tenía la intención de que fuera observado.
Padre, gracias por esta imagen del sábado como un símbolo de descanso, no sólo durante un día a la semana, sino cada día. Enséñame a descansar en la obra finalizada de Cristo y el poder capacitador del Espíritu Santo.
Aplicación a la vida
El rendimiento de alta energía es el estándar en nuestro mundo hoy en día, donde el descanso se considera un lujo. ¿Cómo cuadra esto en la economía de Dios? ¿Estamos aprendiendo el principio del verdadero sábado, del trabajo basado en el descanso?