Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
Juan 13:14
¿Qué es lo que quiere decir Jesús cuando dice que debemos lavarnos los pies los unos a los otros? Algunos cristianos se han tomado esto de una manera muy literal, pensando que nuestro Señor estaba instituyendo aquí otro sacramento.
Jesús no nos está dando otro sacramento que seguir aquí. Pero lo que quiere decir es que, de la misma manera que necesitamos la limpieza y el perdón de nuestro Señor para mantener el sentido de unidad y de refresco del espíritu en nuestra vida cristiana, necesitamos extendernos los unos a los otros libremente el perdón por la culpa y por el daño que podemos hacernos los unos a los otros. Debemos ser, según palabra de Pablo: “bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32).
Él sabe que a veces es difícil perdonar, que la carne en nuestro interior pide la venganza a gritos. Y con frecuencia nos encanta el sentimiento de guardar rencor o de resistir las proposiciones de otras personas. Pero Jesús dice que cuando estamos haciendo eso, estamos haciendo lo que Él no haría; estamos exigiendo nuestros derechos y estamos olvidando que nuestro Señor y Maestro se humilló a Sí mismo, a pesar de ser con todo derecho el Señor de la gloria, aquel que tiene todo el derecho a exigir la adoración del pueblo. A pesar de lo cual, lo dejó todo a un lado y les lavó los pies a Sus propios discípulos.
Ningún cristiano tiene derecho de imponer su propio juicio farisaico a otra persona. Es posible que coloquemos a otros bajo la luz penetrante de la Palabra de Dios. Podemos, por preocupación y por compasión por su bienestar, llamar la atención de estas personas a lo que están haciendo. Pero en ningún sentido debemos hacer esto con una actitud de nuestra propia rectitud, con la sugestión de que nosotros no haríamos nunca semejante cosa. Nuestro Señor insiste en que nos lavemos los pies los unos a los otros con amor.
El Dr. H.A. Ironside destacó lo sabio que es que nos preocupemos por la temperatura del agua cuando nos lavamos los pies los unos a los otros. Una persona furiosa estará distraída por lo que ha sucedido, de manera que usará agua hirviendo, pero ninguna persona quiere que le laven los pies con agua hirviendo. Algunos vienen con una actitud como si ellos fuesen más santos que nadie e intentan usar agua helada para lavar los pies de otra persona. Nadie lo va a permitir bajo estas condiciones. Otros intentan lavarle los pies a otros sin usar agua. Se acercan con violencia a otra persona, intentando raspar la suciedad y la piel al mismo tiempo. Es posible que lo que digan sea verdad, pero es algo que no realizan con verdadero amor. Pero nuestro Señor insiste en que nos lavemos los pies los unos a los otros con amor.
Señor, ayúdame a que ame a mis hermanos y hermanas en Cristo de tal modo que esté dispuesto a lavarles los pies y a estar dispuesto a que ellos me laven los míos. Ayúdame a hacerlo con ternura y calor, sabiendo lo dulce que Tú eres conmigo.
Aplicación a la vida
¿Cuál es más fuerte, nuestro sentido del perdón o nuestro deseo de venganza? ¿Qué es lo que Jesús quiere decir cuando dice que deberíamos lavarnos los pies los unos de los otros?