Verdadera confianza

Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, lo puso sobre el pináculo del Templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, pues escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y En sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

Mateo 4:5-7

La primera tentación fue lanzada a nuestro Señor en Su debilidad como hombre: Su necesidad básica de alimento. El diablo cruelmente intentó aprovecharse de esa debilidad y hacer que Jesús violara la más importante de Sus relaciones: la confianza en Su Padre. Es un movimiento diabólico típico; el diablo dice: Veo que realmente confías en Dios. ¡Bien, eso es lo mejor que podrías hacer jamás! Ahora te sugiero de qué manera puedes manifestar esa confianza. Si de verdad quieres mostrar cuánto confías en Dios, arrójate desde el pináculo del templo, y, de ese modo, todo el mundo verá que tu confianza en Dios es tan incondicional que te atreves a ponerte en peligro. Es aun más sutil y poderoso cuando lo respalda con las Escrituras. Cita el Salmo 91 y dice: Confiaste en Dios. ¡Maravilloso! Usa tu confianza ahora al máximo y recuerda que las Escrituras lo confirman: Los ángeles en sus manos te sostendrán ¿Qué dices a eso?. Se dice que uno puede probar cualquier cosa con la Biblia. Eso es verdad, si la lee del modo que lo hace el diablo. Veremos más sobre eso en la respuesta de nuestro Señor.

Pero ahora fíjese en la fuerza de esa tentación. El diablo está diciendo: Mira, ¿quieres demostrar tu confianza en Dios? Éste es el modo de hacerlo. Si realmente deseas mostrar a la gente cuán profundamente confías en Dios, aquí tienes el pináculo del templo. Salta desde él y demostrarás que Dios está plenamente contigo y que eres un hombre de Dios.

Esto revela una de las ideas equivocadas más comunes: la idea de que la mayor muestra de fe está en una demostración espectacular. Usted puede oír esta filosofía de aquellos que dicen que, si realmente quiere mostrar fe en Dios, tiene que hacer alguna clase de milagro. Pero el Señor Jesús pone otra vez la vida en la debida perspectiva cuando revela la verdad. Él dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. La mayor muestra de fe no es alguna demostración espectacular, sino la confianza callada del corazón que descansa en lo que Dios ha dicho. No sólo en lo que se dice en un lugar, sino en la verdad equilibrada. La verdad no nos llega en forma de cápsulas. Es un relato completo, y una verdad necesita ser equilibrada con otra. Nunca hemos llegado a la totalidad hasta que la narración completa es expuesta y la vemos en su revelación íntegra.

Señor, enséñame a no mirar las demostraciones espectaculares de gran fe, sino dame la confianza de que la fe que es auténtica simplemente descansa en las promesas de Tu Palabra.