Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Filipenses 1:6
Quizás el júbilo de Pablo por esta gente de Filipos era porque los estaba viendo por fe. No como eran, sino como serían cuando la obra de Dios estuviera hecha. Les estaba mirando con los ojos de la fe. Estaba seguro que Aquel que empezó la buena obra la perfeccionaría, así que Pablo podía decir que, aunque nos llevemos mal de vez en cuando, yo sé lo que vais a ser. Ésta es la clave para llevarse bien con otros cristianos. A veces es difícil, pero cuando nos damos cuenta de lo que van a ser, lo podemos hacer. Oí de un artista que llamó a un amigo y le pidió que viniera a comentarle sobre una pintura que estaba pintando. Le dijo: “Ésta es mi obra maestra. Es bella”. El hombre dijo: “Creo que yo no veo lo que tú ves. A mí me parece simplemente toques de diferentes colores, sin forma ni nada”. El artista dijo: “Oh, me olvidé. Yo lo estoy viendo como será cuando esté terminada. Tú lo ves como es ahora”.
Esto es lo que Pablo estaba haciendo. Estaba viendo cómo serían estos cristianos y le da las gracias a Dios por lo que va a suceder. ¡Qué versículo más consolador! Muchas veces, cuando estoy desalentado conmigo mismo, me desespero por no ser lo que debería ser. Estoy tan al tanto del engaño y la sutileza de la carne. Incluso cuando quiero ser lo que debería ser, acabo engañándome a mí mismo. Veo la completa inutilidad de depender de mí mismo para completar esta obra. En esos tiempos, intento acordarme de este versículo: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Esto significa que la vida no es perfecta todavía. Tiene una meta adecuada y será una meta que será alcanzada, y la responsabilidad final no está en mis manos sino en las de Dios. ¡Me encanta eso! La confianza de Pablo está depositada en una Persona, no en sí mismo. Todos estamos, si conocemos a Cristo, en las manos de Aquel que nos puede cambiar. A veces no queremos ser lo que Dios quiere que seamos, pero se está haciendo a pesar de nosotros. Dios sabe cómo traernos a las situaciones que harán que estemos dispuestos a estar dispuestos, si es eso lo que Él necesita. Es un gran consuelo reconocer en manos de Quién estamos. A veces los cristianos damos la impresión de que nuestra principal labor es el asegurarnos de que el cristianismo siga adelante. Pero el cristianismo no comenzó así. Estos antiguos cristianos dieron la impresión muy clara de que era su fe en Cristo lo que les mantenía alentados. Hay algunos que nos dicen que podemos perder nuestra vida cristiana, pero si es algo que podemos perder, entonces debe de estar basado en algún factor humano que depende de nosotros mismos. Pero si depende de nosotros mismos, entonces no podemos confiar en ello. Estoy tan agradecido que esto dependa de una Persona que es capaz de hacer la obra y que ha prometido completarla. Gracias sean al Dios que es capaz de evitar que caigamos.
Señor, guárdame de la locura de pensar que es la cruzada que lanzo, o la actividad que realizo, o mi empresa lo que cumple Tu voluntad hoy, en vez de lo que soy en Jesucristo, y todo ese maravilloso amor de Tu Ser que fluye por mi alma hacia mi experiencia y acciones.
Aplicación a la vida
El júbilo es “el serio negocio del cielo”. Es la consecuencia de estar imbuido con el vivir y con el Cristo que mora en nosotros, con la confianza de que Él completará Su obra redentora en nosotros y por medio de nosotros. ¿Ha sido completada ya? No, pero Dios tampoco ha terminado; así que prestemos atención.