Clouds Parting Revealing the Heavens

Devoción del 16 de septiembre

Cómo vencer al diablo

Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, que menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

Apocalipsis 12:10-11

Esta fuerte voz parece venir de los mártires del capítulo 6, a los que se les dieron vestiduras blancas y se veían bajo el altar gritando: ¿Hasta cuándo Señor, santo y verdadero, vas a tardar en juzgar y vengar nuestra sangre de los que habitan sobre la tierra? (Apocalipsis 6:10). Ellos son los que ahora se regocijan de que el diablo haya sido arrojado del cielo.

El versículo 11 es muy importante porque muestra cómo los santos de cualquier época pueden vencer las artimañas del diablo. Nosotros también somos asaltados continuamente por el diablo. Desde todos lados llegan hoy hasta nuestros oídos mentiras y propaganda engañosa. Las filosofías equivocadas y dañinas son generalmente creídas. Estamos siendo acusados ante la presencia de Dios, y en nuestros propios corazones oímos estas acusaciones por parte del diablo. Necesitamos saber cómo contestar. Hay tres pasos que se pueden dar:

Primero: Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero. ¿Ha oído usted alguna vez al diablo acusándole? ¿Oyó alguna vez una voz diciendo: ¿Qué clase de cristiano eres? Mira de qué modo has actuado. ¡Dios nunca podría amarte! ¿Qué te hace pensar que eres aceptable a sus ojos? ¡Eres un desastre!? ¿Cómo maneja usted eso? Según este texto, usted debería admitirlo. Es la verdad. Siempre nos equivocamos. Nos creemos las mentiras, actuamos egoístamente, somos maliciosos y autoindulgentes a veces y herimos a otros atolondradamente. Todo eso es verdad. ¡Admítalo! Pero luego, recuérdele al diablo la sangre del Cordero y la cruz de Cristo. Allí, en esa cruz, Jesús cargó con nuestros pecados, para que ya no seamos juzgados, ni siquiera acusados ante Dios.

Segundo: Lo vencieron por medio de la palabra de su testimonio. Los cristianos tienen que comunicar a los demás la libertad a la que Cristo les ha traído. ¿Cuántos de entre nosotros aquí hemos venido a Cristo porque alguna persona a la que observaban les dijo que en la cruz él o ella encontró perdón de los pecados y que usted también podría tener lo mismo? Ellos dieron testimonio del gozo y la paz que el Señor trajo a sus vidas; fue por medio de la palabra del testimonio de ellos como usted llegó a Cristo.

Tercero: Satanás fue vencido porque menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Ellos dejarían cualquier cosa por Cristo. Les importaba más el honor y la verdad de Cristo que todas sus propias posesiones, que todo su estatus ante los hombres, ¡incluso más que sus propias vidas! Era evidente por sus acciones que nada valía más que la presencia de Cristo en sus vidas. Preferirían morir antes que traer vergüenza al nombre de Cristo deliberadamente. Ésa es la manera de vencer a Satanás. Eso significa que usted no sólo ha ejercitado la fe en la sangre de la cruz y amado a los que están atados por las mentiras de Satanás, sino que también se ha agarrado a la esperanza del cristiano: el hecho de que la muerte ya no significa nada porque se le ha prometido una herencia más allá.

Padre, dame fuerza hoy para vencer al enemigo. Amén.

Aplicación a la vida

¿Cuál de los tres pasos para vencer al enemigo es más fácil que usted descuide?

Esta devoción diaria fue inspirada por un mensaje de Ray

La mújer y la serpiente

Lea el mensaje de Ray