Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
2 Corintios 11:3
Lo principal acerca de ser cristiano es ver que la cosa principal sigue siendo la cosa principal; ése es lo que está diciendo Pablo. La “cosa principal” es que en el corazón y en el centro de su vida esté “la sencillez que está en Cristo”. Una cosa sencilla. Yo me he dado cuenta después de muchos años de observación de que cuando la religión se vuelve algo complicado, es siempre una señal de que se está alejando de las realidades y de las cosas centrales de la fe. El mundo a nuestro alrededor se está volviendo cada día más complejo, y esto es debido a que se está alejando cada vez más y más de Dios. Mire usted a su alrededor, al mundo de la naturaleza, y podrá ver usted la sencillez del diseño de Dios por todas partes. Él creó el año alrededor de cuatro estaciones que se repiten y que nunca fallan. A pesar de lo cual, este modelo sencillo de las cuatro estaciones contiene en sí mismo todas las posibles variaciones climatológicas. Fíjese usted en una flor y verá usted lo sencillo que es el patrón de su estructura y al mismo tiempo qué infinita variedad ha producido Dios en un campo de flores. Esto es algo que puede usted ver por todas partes. Dios es básicamente sencillo. Cuando la religión se vuelve compleja, es señal de que se está alejando de Cristo.
Esto es lo que preocupa a Pablo aquí. Cuando usted se pregunta a sí mismo lo que es esta sencillez a la que él se refiere, la contestación por todas partes en la Palabra de Dios es la compañía diaria del Señor Jesús. ¿Siente usted que Cristo es suyo durante todo el día? ¿Cuenta usted con esto, piensa en ello y vive usted esta relación teniendo este sentimiento de expectativa de Su presencia? Nosotros decimos con frecuencia y con razón que el cristianismo no es un credo, es una relación, es vivir con una Persona. El peligro con el que nos enfrentamos constantemente es que nos involucramos en las cosas de Cristo pero al mismo tiempo no vivimos la relación con Cristo.
Usted puede perderla en medio de la actividad cristiana. Usted la puede perder cuando participa en algunos de los fascinantes aspectos de las Escrituras, perdiéndose “la sencillez que está en Cristo”. Usted la puede perder por causa de las presiones de la vida diaria. Puede estar tan ocupado y tan preocupado de sí mismo y de las cosas que están sucediéndole que pierde el sentido de que Cristo está con usted y Él es suficiente. Ésta es la hermosa “sencillez que está en Jesús”. Los creyentes corintios se vieron asaltados por maestros que les estaban exponiendo a las cosas que les llamaban la atención, pero se estaban alejando de ese punto central. Estaban comprometidos con filosofías fascinantes basadas en la Palabra de Dios, pero que se desviaban siguiendo caminos equivocados en su manera de pensar. Estaban siendo desafiados mediante ciertas experiencias que apelaban a su egoísmo y creían que si tan sólo pudieran obtenerlas, podrían sentirse muy bien, estupendos y, por ello, poseídos por Dios. De igual modo se invitan hoy a las personas a explorar misterios extraños y maravillosos, todos ellos relacionados con la fe cristiana, pero estos tienden a alejarse de la sencillez que está en Cristo.
Padre, concédeme que pueda caminar más cerca de Jesús y no permitir que nada me aleje de esa relación diaria, momento tras momento, de Su presencia.
Aplicación a la vida
¿Nos estamos nosotros desviando por causa de lo superficial y lo secundario? ¿Tenemos necesidad de regresar al menú principal: a la exquisita sencillez del evangelio?