Que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es… la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos. Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales.
Efesios 1:18-20
En la última de las tres peticiones que Pablo hace a favor de los efesios, Pablo ora para que puedan conocer la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos
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Cuando se convirtió en cristiano, usted fue inmediatamente dotado de poder.
Llegó con el Espíritu de gracia que entró en su corazón.
Cuando recibimos al Señor Jesús, Él nos da el Espíritu de amor, gracia y poder; y todo eso llega cuando creemos en Él.
Lo que necesitamos entender es la manera en que este poder funciona.
La resurrección de Jesús es el modelo de poder que poseemos. Desafortunadamente, cuando leemos sobre la resurrección, nos fijamos en cómo los ángeles hicieron rodar la piedra y en el terremoto y el terror de los guardias romanos. Pero de lo que no nos damos cuenta es de que todos esos eventos sucedieron después de la resurrección. Él ya había resucitado cuando esas cosas tuvieron lugar. Su cuerpo yacía en la tumba envuelto en la mortaja y, sin embargo, en el momento que Dios determinó, el cuerpo dejó esa mortaja. Quedó tendida allí, arrugada y hundida, sin el cuerpo dentro. Jesús atravesó la gran piedra mientras todavía se encontraba colocada ante la puerta de la tumba. ¡La hicieron rodar a un lado más tarde para dejar entrar a los discípulos! El poder de resurrección de Dios no es un poder que haga grandes espectáculos. Es callado. Es un poder que usted no nota. Usted no siente que está ocurriendo, pero está ocurriendo.
Este poder sólo actúa cuando usted comienza a actuar. Cuando usted empieza a ejercitar los dones que Dios le ha dado, entonces el poder comienza a fluir, no antes. Entonces Dios obrará a través de usted para lograr cosas que le dejarán sin aliento al ver lo que ha hecho. Usted no sintió este poder. No se siente fuerte, capaz y poderoso de repente. No, usted se siente débil; el poder de Dios se perfecciona en la debilidad. Mucha gente nunca descubre lo que Dios puede hacer en sus vidas porque siguen esperando sentirse poderosos antes de actuar. No, no se sentirá poderoso. Empiece a tender la mano y actuar para cubrir las necesidades de su alrededor, y súbitamente descubrirá que hay un poder inusual obrando.
Cuando Josué cruzó el rio Jordán hacia la tierra prometida, se dijo a los sacerdotes que fueran primero portando el Arca de la Alianza sobre sus hombros. Debían bajar hasta el rio Jordán, que estaba crecido ante ellos, y confiar en Dios en que algo ocurriría en el momento en que llegaran al rio. Y así lo hicieron. Por fe creyeron que Dios haría lo que dijo que haría. Cuando los sacerdotes pusieron el Arca de la Alianza sobre sus hombros, bajaron, y cuando las plantas de sus pies tocaron de hecho el agua, el agua se separó, y cruzaron sobre suelo seco hasta el otro lado. Ésa es la forma en que obra el poder de Dios. Cuando usted lo pone a actuar, cuando usted mismo comienza a actuar, esperando que Él esté con usted, entonces Su poder empieza a obrar. No hay ruido, ni flashes, ni movimiento. El poder ya está ahí, y Dios está esperando a que usted confíe.
Padre, concédeme conocer este poder callado de Cristo resucitado en mi vida en el momento en que salga caminando dependiendo de Ti.
Aplicación a la vida
¿Qué puede hacer hoy con fe en que Dios obrará a través de sus acciones para Su gloria?