He visto que esto también procede de la mano de Dios. Porque ¿quién comerá y quién se gozará sino uno mismo? Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo.
Eclesiastés 2:24b-26a
El verdadero mensaje de este libro es que el disfrutar es un don de Dios. No hay nada en las posesiones, en los bienes materiales, en el dinero; no hay nada en las personas mismas que haga posible que continúen disfrutando las cosas que hacen. Pero es posible disfrutar toda su vida si lo toma usted de la mano de Dios, y es algo que se les concede a aquellos que complacen a Dios.
La sabiduría y el adquirir conocimientos son cosas que se han mencionado con anterioridad como aquellas cosas que puede usted conseguir debajo del sol, pero no continuarán. A fin de poder añadir a estas cosas el ingrediente del placer, del deleite continuo, de modo que no desaparezca durante toda su vida, es preciso que lo reciba usted de la mano de Dios. A la persona que complace a Dios se le concede el don del gozo.
Es maravilloso darse cuenta de que este libro nos enseña que Dios desea que tengamos gozo. En su primera epístola a Timoteo, Pablo dijo: “[Él] nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” (1 Timoteo 6:17b). Son el deseo y la intención de Dios que todas las cosas buenas de la vida que se mencionan aquí contribuyan al disfrute de las personas, pero sólo, dice este Buscador, si entiende usted que el disfrutar no tiene nada que ver con las cosas o las personas, sino que es un don añadido por Dios, y solamente aquellos que complacen a Dios lo pueden encontrar.
¿Cómo puede usted complacer a Dios? En muchos lugares de las Escrituras se nos dice que sin fe es imposible agradar a Dios. Lo que a Él le complace es la fe, el que creamos que Él está ahí y que todo en la vida procede de Su mano. Subraye usted en su mente la palabra todo. El dolor, el sufrimiento, las pérdidas, las decepciones, así como el gozo, la felicidad y la alegría, todas estas cosas son dones de Dios. Cuando consideramos la vida bajo estos términos, cualquiera y cada uno de los elementos de la vida pueden tener su medida de gozo, hasta el sufrimiento, el dolor y el pesar. Estas cosas nos han sido dadas para que las disfrutemos. Éste es también el mensaje de Romanos 8:28: “Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Pero es además el mensaje de Proverbios 3:5-6: “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus veredas”.
Padre, todas las cosas proceden de Tus manos. Te doy gracias por haber enviado a Tu Hijo para que yo pueda tener Tu gozo en mí.
Aplicación a la vida
¿Decidiremos nosotros vivir cada día como personas agradecidas por lo que reciben, reconociendo cada buen don de la provisión de Dios? ¿Hemos visto Su intención para nuestro gozo en todo lo que experimentamos?