Los demás hombres, los que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos ni dejaron de adorar a los demonios y a las imágenes de oro, plata, bronce, piedra y madera, las cuales no pueden ver ni oír ni andar. No se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus robos.
Apocalipsis 9:20-21
La escena de la sexta trompeta es la reacción de la humanidad a los desastres del juicio de Dios.
Adorar a los demonios es lo primero que hacen las personas que se han creído una mentira satánica.
Pablo lo llama poder engañoso
(2 Tesalonicenses 2:11).
Ellos han creído en eso y, por lo tanto, se vuelven incapaces de arrepentirse.
La adoración de demonios encuentra su expresión en los ídolos.
Hay un toque de sarcasmo en las palabras no pueden ver ni oír ni andar
.
Estas cosas no pueden hacer nada por la gente.
Ellos también continuaron con sus asesinatos y sus hechicerías
.
La palabra para hechicerías es pharmakeia
, de la cual deriva la palabra farmacia
.
¿Por qué, a pesar de las advertencias generalizadas que escuchamos hoy en día, la gente se droga?
Porque las drogas son una forma de hechicería.
La inmoralidad sexual también continúa.
Así mismo, hemos sido sometidos a una explosión de la misma.
También a los robos que llenan los noticieros actuales.
Aún no hemos llegado a esos días, pero estos eventos nos avisan de la naturaleza de las cosas que han de venir.
Debemos preguntar para qué un juicio, si es tan ineficaz para producir un cambio. No olvide que el libro del Apocalipsis ya nos ha dicho que millones se arrepentirán. Habrá una gran multitud de toda tribu, nación y lenguaje, que habrán lavado y blanqueado sus ropas en la sangre del Cordero. Ellos salen de la gran tribulación y aparecen ante el trono de Dios. Se han arrepentido en medio del juicio. Han creído y recibido la gracia de Dios.
Pero aquí hay una gran cantidad a los que el juicio no les ha afectado así.
El juicio no les hace escuchar, porque sus corazones están endurecidos y han rechazado la gracia de Dios.
Esto es lo que produce esa clase de endurecimiento de corazón.
Dios nunca esperó convertir al mundo por medio del juicio.
Lo que el juicio hace es hacernos escuchar a la gracia.
Nos hace tomarnos en serio lo que Dios ofrece como vía de escape.
En estos terribles juicios vemos el poder, la majestad de Dios y cuán ineludible es, y debemos preguntarnos a nosotros mismos qué puedo hacer para ser salvo.
Entonces Dios proporciona un mensaje de gracia.
No es cuando amenaza con el juicio cuando volvemos a Dios.
Es cuando vemos un amor sufriente que se da a Sí mismo por nosotros, que soporta el dolor y la agonía; es eso lo que derrite nuestros corazones orgullosos, silencia nuestras excusas y abre la puerta a la salvación.
Pero, entonces, rechazar esa gracia, cuando se entiende claramente que es ofrecida, es hacer el corazón inexpugnable y el arrepentimiento imposible.
En Hebreos, el autor pregunta: ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?
(Hebreos 2:3).
¿Cómo podrá usted escapar si descuida la oferta de la gracia de Dios?
Dios no quiere juzgar a los hombres, pero eso es todo lo que queda para aquellos que rechazan la vía de escape que la gracia de Dios proporciona.
Padre, estas revelaciones de lo que está aún por llegar me hacen reflexionar. Veo Tu santidad y Tu disgusto por el pecado humano, pero veo también Tu maravillosa gracia ofreciendo una vía de escape. Ayúdame a vivir a la luz de esta gracia. Amén.
Aplicación a la vida
¿De qué formas me está llamando Dios al arrepentimiento hoy?